_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Aperitivo

RICARDO CANTALAPIEDRA

Los bares son portavoces de valores tan eternos como el humor. A la hora suavemente salvaje del aperitivo, Madrid es un mar de lágrimas de risa. La gente está todavía bastante entera. El crepúsculo es melancólico y la noche espesa, pero el aperitivo es lozano. Ayer salimos cinco individuos para saborear lo que se cuece en la calle a mediodía. Ésta es una reseña sin orden, pero con esmerado desorden de lo que escuchamos.

Las mujeres todo lo iluminan; sólo ellas dan la luz. Jamás iré a una tertulia. Ignoro el arte de hablar a tontas y a locas. La vida no es corta; es tan larga que dura toda la vida. La profesión de camello es muy jorobada. La derecha no sabe dónde tiene la mano izquierda. Cuando quieras poner a alguien un nudo al cuello, regálale una corbata. La izquierda irrumpe arrebatadora en el mundo de los negocios: ha puesto una frutería en La Almunia de Doña Godina. Todos los caminos conducen al coma. Tuve hace tiempo un gran amor; todo acabó cuando ella me susurró: "Puede que tú me gustes, pero yo no voy de cámping con esa gente". El amor pasa; los salmonetes permanecen. Los jefes quieren ser como Dios, y a veces lo consiguen: "Dios es uno y trino; el jefe es uno que está que trina". Shanghai es centro de peregrinación de los homosexuales orientales. Estaba tan cansado de sí mismo que se marchó con otro. La señora de Álvarez del Manzano hizo varios viajes para comprar gomina al alcalde de León. Internet está incrementando las vocaciones de moscas de clausura. La comida la hago de cualquier forma, pero nunca me acuesto sin haber zampado un pepito de ternura. Al coco no hay que tenerle miedo, hay que comérselo después de romperle la cabeza. Javier Marías y Günter Grass colaboran en las finanzas del Numancia Club de Fútbol (rigurosamente cierto); Pablito Calvo (Marcelino, pan y vino) fue un entusiasta colaborador del Partido Comunista en los años de la transición (rigurosamente cierto). Carlos Lozano es un triunfador justo: la Victoria lo acosa.

Esto es el aperitivo. La comida la pagan ustedes.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_