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Entrevista:ALAN MAYNARD - ECONOMISTA DE LA SALUD

"Blair creó demasiada expectativa sobre los rápidos cambios del sistema sanitario"

Gabriela Cañas

En las últimas semanas, el sistema nacional de salud británico (NHS) ha sido noticia. El colapso de los hospitales por la gripe y la condena a un médico por matar a al menos quince de sus pacientes (se sospecha que pueden ser 146) son dos de los asuntos que han alarmado a la opinión pública. ¿Está en crisis el siempre modélico sistema británico? Alan Maynard, profesor de Economía de la Salud de la Universidad de York y presidente del consejo de administración del hospital de la zona, cree que hay crisis, pero que ésta no es grave. "El objetivo del partido laborista al llegar al poder en 1997 era muy ambicioso. Se quería mejorar la calidad, ampliar la actividad y acortar las listas de espera, pero no se contó con los recursos necesarios. Tony Blair creó demasiadas expectativas de un cambio que no puede ser tan rápido como se esperaba".Maynard, experto asociado de diversas revistas científicas, pasó fugazmente por Madrid el pasado jueves.

Pregunta. ¿Cree que el Gobierno británico está poniendo los medios para atajar la crisis?

Respuesta. Se va a incrementar el presupuesto [Blair ha prometido 3 billones de pesetas adicionales] y se va a alcanzar la media de gasto europeo [ahora se sitúa por debajo de España, con un 6,7% del PIB]. En este sentido, yo creo que el NHS es especialmente barato y ágil y que su nivel de actividad es bueno, a pesar de tener hasta un 40% ó 50% menos de camas hospitalarias que, por ejemplo, los alemanes. Pero hay un techo imposible de romper: la escasez de médicos y enfermeras.

P. ¿A qué se debe tal carencia de profesionales?

R. En España hay, sin embargo, muchos. Podrían enseñar a los británicos cómo hacerlo. Estamos trayendo enfermeras de Finlandia, de Filipinas y hasta de Suráfrica. El problema es que no disponemos de una programación adecuada para formar personal sanitario en la cantidad necesaria.

P. En todo caso, no parece que los problemas de la sanidad británica sean nuevos.

R. Y yo diría que sufrimos problemas similares a los del sistema español. Si se crea más capacidad, se genera más demanda y entonces se producen problemas de calidad. Se necesitan más mecanismos de control y guías precisas de práctica profesional. Los casos del cirujano de Bristol al que se le murieron 29 niños en cinco años y el médico que ha matado a quince pacientes demuestran que en la atención primaria hay escasa información de lo que hacen sus médicos; que trabajan solos, sin dirección. La cuestión ya no es de fondos públicos, sino de cómo mejorar la calidad de los profesionales y la atención sanitaria.

P. Existe la queja extendida de que el NHS ofrece poco confort, con demasiadas camas por habitación, por ejemplo. En España se ha abierto el debate de las habitaciones individuales. Estas cosas también son importantes para los pacientes.

R. Puede ser. Es bonito tener una habitación individual con televisión y teléfono, pero lo importante es garantizar que todo funciona perfectamente y uno sale curado. La sanidad pública gasta enormes sumas de dinero y no evalúa los resultados médicos a corto, medio y largo plazo. Un estudio hecho en la sanidad privada demostró que muchos pacientes no estaban mejor seis meses después de dejar un hospital. Y el problema de la medicina moderna -también en España- es la variabilidad de la práctica médica. En algunos lugares es buena y en otros lugares, no tan buena. Por eso se necesitan más modelos estandarizados de práctica médica.

P. Aquí se intenta aplicar el modelo de las fundaciones, algo similar a los hospitales autónomos británicos, llamados trusts. ¿Es bueno el modelo?

R. En términos generales, el sistema funciona bien, pero para recibir cada año el presupuesto siempre negociamos volumen de actividad (300 prótesis de cadera, 200 operaciones de rodilla, 500 cataratas...); nunca de calidad. Y aún tenemos a 150 personas en lista de espera desde hace más de un año. Cuando Blair llegó al Gobierno dijo que aboliría el sistema de mercado interno, pero lo cierto es que éste sigue funcionando, como los trusts. Se acabó con los médicos generales detentadores de presupuestos porque habían fracasado, pero lo cierto es que no hay evidencia real de ello. El cambio es sólo de lenguaje (Blair es hijo de Thatcher al fin y al cabo), aunque debo decir que lo más positivo del Gobierno laborista es su apuesta por la calidad.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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