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La construcción registra 85 muertes, la cifra más alta de los últimos siete años. CC OO y UGT se quejan de jornadas excesivas y falta de seguridad en las obras

Las muertes en el tajo siguen imparables en los últimos siete años. El pasado fallecieron a pie de obra 85 obreros de la construcción, un 33% más que en 1998, en que se registraron 66 víctimas mortales, según CCOO. Este sindicato incluye en la relación de muertos a aquellos que fallecieron como consecuencia de las heridas hasta 48 horas después de ocurrir el accidente.CC OO y UGT han convocado a una huelga general a los 140.000 trabajadores del sector que hay en España para los próximos días 24 y 25. Con la protesta, la segunda de este tipo en los últimos seis años, pretenden denunciar la inseguridad que sufren los trabajadores. La movilización también persigue una ley de la subcontratación, que frene la siniestralidad.

Pero el aumento de la siniestralidad no se cincunscribe a los accidentes mortales. También aumentan los percances leves en un 3%, mientras que los graves han experimentado una subida del 7% hasta llegar a los 342. Para los sindicatos, este incremento no admite discusión: 48 trabajadores murieron en 1997; 66 en 1998 y el año pasado 85. La patronal y la Comunidad reducen estas cifras en un 30%.

Ayer mismo, un obrero resultó gravemente herido en una pierna al caerle encima un paquete de tubos en una obra de la calle de Astorga, de Fuenlabrada. Fue ingresado en el hospital Doce de Octubre.

Según datos facilitados por los sindicatos, en 1999 se produjeron en la Comunidad 18.859 accidentes laborales en la construcción. Estas cifras, según los sindicatos, no "son producto de la casualidad, sino consecuencia de la falta de voluntad de la Administración y de los empresarios". Esta situación ha propiciado, a juicio de CC OO y UGT, el aumento de la subcontratación, el incumplimento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, los contratos temporales y un aumento frenético en los ritmos de trabajo.

Madrid es, además, la comunidad autónoma en la que más ha aumentado el índice de incidencia de los accidentes laborales en la actividad productiva (expresada en accidentes por cada 1.000 trabajadores), pasando de 31,78 puntos en 1998 a 40 puntos este año, añade UGT, que en este caso cita como fuente al Ministerio de Trabajo.

El Gobierno regional y la patronal no quisieron ayer entrar en la guerra de cifras. Según los datos de la Comunidad de Madrid, el número de fallecidos es sensiblemente inferior a los ofrecidos por los sindicatos. "No vamos a entrar en polémicas, pero ya el año pasado los sindicatos hablaban de 66 muertos cuando sólo se habían producido 42", afirmó un portavoz del Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo.

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Subcontratación

Alberto Trigo, secretario de la construcción de CC OO, y Tomas Martínez, su homológo en UGT, denunciaron ayer en rueda de prensa que la subcontratación consiste en "encadenar los trabajos, para abaratar los costes, sin poner mecanismos ni controles de seguridad que eviten los accidentes laborales graves, los cuales, en un 90% de los casos, se producen en empresas que utilizan esta práctica habitual".

Ambas centrales sindicales recordaron que ya presentaron el pasado septiembre en el Congreso de los Diputados 570 firmas para avalar la iniciativa popular que permita legislar de cara a regular la subcontratación en las obras y reducir así los accidentes en la construcción. Tanto UGT como CCOO esperan que la ley de subcontratación sea definitivamente aprobada por el Parlamento en la próxima legislatura, para lo cual han comenzado a reunirse ya con los distintos partidos políticos para recabar su apoyo.

Para Trigo, "las subcontratas son el auténtico cáncer de la construcción, pues no dotan a los trabajadores -en su mayoría eventuales y sin Seguridad Social- de medidas de prevención de accidentes y les someten a jornadas excesivas para disminuir costes, que al final no revierten en un abaratamiento de los pisos que se edifican, sino que los beneficios se quedan por el camino para provecho de algunos".

Las centrales sindicales también revelan que han disminuido las inspecciones en las obras y tajos, por lo que, durante el último año, han decidido denunciar ante la Inspección Provincial de Trabajo a más de un centenar de empresas cuyas obras incumplen supuestamente la normativa de la seguridad laboral.

Entre las principales deficiencias descubiertas por los sindicatos figura la falta de protecciones (tanto individuales como colectivas), la mala construcción de los andamios y la ausencia de cursos de formación para los trabajadores. Otros factores de riesgo descubiertos por las organizaciones sindicales han sido la prolongación excesiva de la jornada laboral, los ritmos abusivos de trabajo y las irregularidades en el pago de las retribuciones.

Tomás Martínez cree que el aumento en el número de accidentes laborales tiene su origen en que las empresas constructoras reducen los costes en materia de seguridad para lograr el máximo beneficio.

El sindicato UGT reclamó ayer cursos de formación para trabajadores que se inician en la construcción, ya sean inmigrantes o españoles, aunque sólo dos de los fallecimientos que se produjeron el año pasado eran obreros de origen magrebí. En la región trabajan unos 20.000 inmigrantes.

Aviso previo

El Gobierno regional aseguró hace dos meses que estaba preocupado por los accidentes laborales en la construcción y la Consejería de Economía y Empleo impuso a los promotores la obligación de efectuar un aviso previo de las obras que acometan detallando las contratas y las subcontratas que participen en ellas. Esa relación se presentará en el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo. Incumplir ese trámite puede acarrear sanciones de hasta cinco millones de pesetas.

Los promotores de obras son responsables, a efectos de las medidas sobre seguridad, no sólo de la contrata principal que ejecute los trabajos sino de todas las subcontratas o trabajadores autónomos que participen en las mismas. Ese principcio, que rige desde octubre de 1997 por un real decreto de carácter estatal, ha quedado con frecuencia olvidado por la generalización de los trabajos subcontratados. Esto, unido al aumento de la siniestralidad laboral, ha llevado a la Consejería de Economía a regular la orden que obliga a los promotores a notificar, con carácter previo a la obra, la relación de las empresas que van a participar en los trabajos, así como el coordinador del plan de seguridad establecido para ellos.

Según CCOO, "había una especie de nebulosa con respecto a ese aviso previo, un cierto desconcierto sobre quién tenía que hacerlo, si el promotor o el constructor. Los primeros no se querían dar por enterados y las constructoras, que se ocupan habitualmente de la tramitación de todos los permisos, planteaban la reclamación de que el aviso previo le corresponde al promotor". Además de "plasmar nítidamente y dejar claro de quién es la responsabilidad de ese trámite", la orden establece una modificación fundamental para que el aviso previo se convierta en una medida eficaz. Los impresos con la relación de las empresas se presentan desde hace dos meses en el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo.

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