Aduana

Ahora resulta que la dirección provincial del PP de Málaga quiere que el Palacio de la Aduana sea sede del Museo de Bellas Artes. Lo ha dicho su vicepresidente provincial y cabeza de lista al Parlamento andaluz, Joaquín Ramírez, quien al menos ha tenido la gallardía de reconocer que estaba equivocado y que ha comprendido que es la mejor opción. No nos tienen acostumbrados los políticos a tan sinceros cambios de opinión.Ramírez atribuye el mérito de haberle hecho ver la luz al pintor Eugenio Chicano, ex director de la Fundación Picasso. Pero no es el artista veleño el único responsable de la conversión, ni siquiera el principal. El cambio de opinión es en realidad un posicionamiento político, una advertencia que la dirección provincial del PP hace al aparato nacional tras verse desautorizada por éste en la elaboración de las listas electorales y a la propia Celia Villalobos, con quien cada día las diferencias parecen más irreconciliables.

Fue precisamente Villalobos la que primero reivindicó el uso museístico del edificio que hoy es sede de la Subdelegación del Gobierno en Málaga y así lo incluyó en su programa electoral para las municipales de 1995. No gustó aquella oferta a su partido y Villalobos tuvo que soportar que el entonces ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, le sacara los colores en una tensa reunión en diciembre de 1995, donde se lo dejó muy claro: bajo ningún concepto.

La alcaldesa y el PP tuvieron que soportar que aquella idea generara el movimiento ciudadano más amplio conocido jamás en la ciudad. Para salvar la situación, el concejal de Cultura, Antonio Garrido, ideó que en el programa electoral de las municipales de 1999 se mantuviera la reivindicación del uso museístico de La Aduana, aunque ahora, una vez decidido el Gobierno ubicar el Bellas Artes en el Convento de la Trinidad, como sede del museo Arqueológico.

El varapalo que la dirección nacional ha dado al equipo de Manuel Atencia, todavía presidente provincial del PP, ha hecho que su inminente sucesor, Joaquín Ramírez, adopte su primera decisión: No más piruetas. El PP cree que la Aduana es la mejor ubicación para el Bellas Artes y así lo va a proponer, según Ramírez, mientras la reivindicación no suponga insultar al Gobierno de Aznar. Puede ser sólo el primer ejemplo, y es que muchos dirigentes del PP de Málaga están hartos de tragarse sapos.

DIEGO NARVÁEZ