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Tormenta en el Reino Unido por tratar en colegios la homosexualidad

Isabel Ferrer

, Con todos los líderes religiosos del Reino Unido en contra, la oposición conservadora soliviantada y varios de sus propios diputados en rebeldía, el Gobierno laborista de Tony Blair se ha visto obligado a suprimir una disposición que prohibe promocionar la homosexualidad en las escuelas.

Para no dar la sensación de que desprecia a la familia tradicional, el Ministerio de Educación está preparando una guía oficial para maestros que ensalce las virtudes morales del matrimonio. La misma deberá llegar a las aulas antes de que la Cámara de los Comunes anule la próxima primavera la norma de la discordia, calificada de "desastre legislativo" por el propio Tony Blair.

La causante de la polémica es la denominada cláusula 28, una disposición de la Ley Local aprobada por el gobierno Thatcher. Como la gestión de las escuelas estatales depende de las autoridades locales, el ejecutivo tory les prohibió difundir material educativo que mencionara las relaciones homosexuales. Según los defensores del menor, mientras la norma siga vigente los maestros no podrán ayudar a alumnos "diferentes", que son intimidados y agredidos por sus compañeros.

Para su sorpresa, el actual Gobierno laborista, que remitirá la supresión de la cláusula 28 a la Cámara de los Lores el 8 de febrero y debe discutirla la próxima primavera, ha chocado con los votantes que más teme y necesita: las clases medias. Las iglesias anglicana y católica, el rabí jefe del Reino Unido y la comunidad musulmana, también se han opuesto a la desaparición de la norma.

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