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Presión sobre Belgrado para que esclarezca el asesinato de Arkan

La policía serbia detiene a un joven como responsable del crimen

La publicación en la prensa del régimen de informaciones, basadas en "fuentes seguras", de que uno o varios de los presuntos asesinos de Arkan se encuentran en manos de la policía obliga a las autoridades a presentar, sin más tardanza, resultados de la investigación del crimen. Ayer, la policía serbia anunció que había detenido a Dobrosav Gavric, de 23 años, "por los crímenes cometidos el pasado 15 de enero" contra el jefe de la milicia serbia en el hotel Intercontinental de Belgrado.

Al mismo tiempo, en la prensa opositora aparecen versiones que involucran como sospechoso a Marko Milosevic, hijo del presidente de Yugoslavia, por disputas sobre el negocio del contrabando de combustible.Hasta el anuncio ayer de la detención de Gavric, el silencio de la policía sobre el asesinato en la cafetería de un hotel de lujo de Belgrado de Zeljko Raznatovic, de 47 años, más conocido como Arkan, había contrastado con un aluvión de informaciones aparecidas en la prensa cercana al régimen.

El diario Politika de Belgrado, vocero oficioso de Milosevic, informó de que un sospechoso se encontraba herido en un hospital y advirtió de que se producirían nuevas detenciones.

Estas informaciones se complementan con las de otros periódicos adictos al régimen, que publicaron con detalle los nombres y apellidos de dos detenidos y otros sospechosos de estar implicados en el crimen. La profusión de información, tras el silencio casi total de los primeros días, pone de manifiesto una voluntad de las autoridades serbias de lograr esclarecer el asesinato y desmantelar así las acusaciones de la oposición y de la prensa independiente de que podría tratarse de un caso de terrorismo de Estado. Según estas versiones, Arkan había intentado negociar a través de un abogado belga con el Tribunal Internacional Penal de La Haya algun tipo de inmunidad a cambio de su declaración sobre los responsables de los crímenes de guerra.

Para Milosevic, no aclarar el asesinato de Arkan supone añadir sobre él mismo la sombra de la sospecha de que desde las alturas del régimen se indujo el crimen. Tal vez por este motivo, desde los mismos medios oficiales se empezaron a filtrar los resultados de la investigación policial. En los últimos dos años se han cometido al menos una docena de crímenes en Serbia con connotaciones políticas o conexiones mafiosas. Aún no se ha aclarado ni uno solo.

Si no se produce pronto una explicación coherente y creíble, queda abierta la puerta a toda clase de interpretaciones, a cual más perjudicial para Milosevic y su entorno. La revista opositora Vreme implica esta semana al mismo hijo de Milosevic, Marko, como sospechoso de haber inducido el asesinato de Arkan. Vreme atribuye a Milosevic la frase de que Arkan era su "mayor enemigo" y aventura la hipótesis de que la lucha por el contrabando de combustible podría ser el motivo del asesinato. Más información en Domingo

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