La caída de precios de los cítricos ronda en algunas variedades el 50% de lo pagado en la última campaña
Los precios que se están pagando en estos momentos en el campo valenciano por determinadas variedades de cítricos no llegan a la mitad de lo que los agricultores percibían el año pasado. Según datos de la Consejería de Agricultura correspondientes a la segunda semana de enero de este año, variedades como la clemenvilla o la clementina hernandina han pasado de pagarse entre 800 y 1.000 pesetas la arroba a entre 500 y 700 en el caso de la hernandina o entre 350 y 550 en el caso de la clemenvilla. Otras variedades, como la navelina, han pasado de las 425 pesetas por arroba de máximo que se pagaba en la última campaña a un tope de 300 que se pagan en esta campaña. La salustiana también ha caído de un máximo de 550 por arroba en árbol que se pagaban el año pasado, a las entre 300 y 400 que se perciben esta campaña.Igual que ocurrió hace dos campañas, el aforo realizado por la Consejería de Agricultura podría haberse quedado corto. Las previsiones para esta campaña eran que la producción de cítricos se situara en 3.719.318 toneladas, una cifra que podría superarse. Este desfase desvirtúa los precios que se pagan al inicio de la campaña, que se basan en las previsiones oficiales. Las organizaciones agrarias han denunciado ya el incumplimiento de los contratos que se firmaron. Este incumplimiento se viene repitiendo en todas las campañas cuando los precios pactados no se ajustan al mercado en el momento de la recolección, como sucede en la actualidad: de una campaña que se auguraba positiva se ha pasado a una situación difícil,con escasa demanda y mucho producto sin salida. El contrato pactado entre todas las partes en el seno de la interprofesional citrícola Intercitrus tampoco ha evitado que se reproduzca esta situación, ante el escaso uso del mismo, que no es obligatorio.
Además, el mal arranque de la campaña no se ha podido enderezar; a lo que se une la falta de acuerdo en el seno de Intercitrus para tomar medidas que permitan una remontada de los precios, como se evidenció en la última reunión de la interprofesional, en la que las partes coincidieron en poco más que en la necesidad de coordinarse.
El sector citrícola confía en que a partir de ahora se produzca un repunte de los precios gracias a un aumento de la demanda. Esta mejora podría paliar los bajos precios que se han pagado a los productores en esta campaña, en la que en algunas variedades ha resultado más rentable para el productor enviar la naranja a la industria -con lo que se reciben ayudas de la Unión Europea- que venderlas para el mercado en fresco.
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