Interior no cree necesario que Barcelona tenga más urbanos

La ampliación del cuerpo de la Guardia Urbana de Barcelona que reclama el grupo municipal de Convergència no sólo tiene en contra el rechazo del Gobierno de la ciudad, sino que el propio consejero de Interior, Xavier Pomés, ha manifestado a los responsables de la policía local que cree que un aumento de 1.000 agentes es innecesario.La Guardia Urbana mantiene desde hace semanas una especie de huelga de celo que consiste en no hacer horas extras y adoptar una actitud pasiva durante el horario normal. Además, han realizado algunas manifestaciones en defensa de sus reivindicaciones, entre las cuales se incluye una ampliación de plantilla de unos 400 agentes. La negociación está paralizada ya que el Ayuntamiento ha notificado a los sindicatos policiales que no negociará bajo la presión de la huelga de celo y las manifestaciones callejeras. Los líderes de la oposición municipal, Joaquim Molins y Josep Miró i Ardèvol, criticaron ayer con dureza esta actitud.

La presión de los guardias no ha ablandado al Ayuntamiento, que se muestra reticente a ampliar la plantilla de agentes cuando está previsto el despliegue de la policía autonómica en la ciudad, lo que supondrá que la Guardia Urbana deje no pocas de las funciones que ha ido asumiendo en los últimos años.

La plantilla actual de la Guardia Urbana es de casi 2.400 agentes. Ampliarla en 1.000 supondría casi duplicar los efectivos, con un coste anual de más de 5.000 millones de pesetas. Los propios mandos de la Guardia Urbana afirman que no es necesaria la ampliación propuesta por CiU durante la campaña electora, cuya necesidad reiteró ayer mismo Molins.