El transformista La Otxoa recopila en disco lo mejor de su repertorio

José Antonio Nielfa no es, desde luego, una figura a nivel nacional, pero en Euskadi y, sobre todo, en Bilbao ya es otra cosa. Allí el transformista, conocido como La Otxoa, es uno de los personajes más conocidos y más peculiares del mundo de la farándula, y varias de sus canciones permanecen agazapadas en la memoria de la población, en especial la de los más juerguistas. Es el caso de Libérate, Toma bacalao, Todas al fútbol y otros temas contenidos en Más... Otxoa (Hilargi Records), su última entrega discográfica.Más... Otxoa es, de hecho, un trabajo que recopila los 20 temas más destacados de los nueve discos previos del cantante. Sólo falta representación del álbum Bilbao, Bilbao en casi 74 minutos de música en los que se confunden picardía, dobles sentidos y sal gorda. Con tales ingredientes y vocación cupletista, Nielfa se desenvuelve entre el desenfreno discotequero de Mónica Naranjo, el pasodoble, el cutre-lux sonoro de Paco Clavel, la copla, la rumba y las bilbainadas. En ese enmarañado perfil encajan lo mismo odas a la liberación sexual, loas al Athletic y a Bilbao, textos que fomentan el sano pique entre bilbaínos y donostiarras, una versión de Moncho Borrajo (La Tacones), unas dosis de petardeo y dos temas inéditos: La desmayada y Menos ligue y más amor.

La Otxoa, que se define como "un humorista con faldas", forjó su leyenda a lo largo de los convulsos años ochenta. Tras dos décadas entregadas a sus espectáculos, en la actualidad regenta un bar en la capital vizcaína.