Desencuentros de Blanco a derecha e izquierda

Las diferencias sobre el vertedero de Nerva (Huelva) desataron tal conflicto entre la Consejería de Medio Ambiente y los grupos ecologistas que la brecha abierta no ha logrado cicatrizar casi cuatro años después. Se han discutido cuestiones puntuales, pero en Ecologistas en Acción matizan que no puede confundirse con una relación fluida o un verdadero diálogo. "Se creó tal tensión sobre Nerva que se extendió a todos los ámbitos, en cuatro años las relaciones han sido casi nulas", asevera Yolanda Menor, la coordinadora andaluza de la organización ecologista.El examen de José Luis Blanco es casi una vuelta de tortilla. El consejero cree que sus relaciones han sido "buenas" a pesar de la existencia de "conflictos puntuales", como el de Nerva. El parecer del portavoz de IU en la comisión de medio ambiente, Manuel López Calvo, se acerca más al de los ecologistas. El parlamentario cree que Blanco ha desplegado "cierta prepotencia" y ha frenado la participación de oposición y agentes sociales, distintos a los firmantes del Pacto por el Empleo, es decir, la CEA y los sindicatos UGT y CC OO. "Le sobra la gente que intenta controlar su gestión", sostiene.

La opinión de la parlamentaria del PP, Beatriz Martín Ovando, no mejora en nada las anteriores. A su juicio, Blanco, cuyo carácter temperamental reconocen sus colaboradores, rompió el clima de colaboración que había presidido los temas medioambientales hasta su llegada. "No ha sabido o no ha tenido voluntad de buscar el consenso", aduce la portavoz popular de medio ambiente.

A la hora de examinar la gestión de la consejería, Martín Ovando no olvida los enfrentamientos con el Gobierno central, en manos de sus correligionarios. La parlamentaria responsabiliza a Blanco de haber buscado la confrontación en el tema de la financiación de las inversiones forestales o el Parque Nacional de Doñana. A pesar de tales disputas, el consejero habla con comedimiento de la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, lo que revela una forma de ser donde se mezcla el golpe temperamental con la incapacidad para alimentar rencores. Lejos de avivar conflictos, se limita a comentar que sus relaciones con la ministra Tocino se han visto afectadas "por el clima general". "Después, cada uno tiene su carácter", apostilla.

Blanco, cuyas primeras conferencias de prensa invitaban a temblar -era capaz de citar, una por una, las especies de flora silvestre a proteger-, no ha logrado transmitir una imagen dinámica a pesar de hallarse en un departamento propicio. Aunque es justo reconocer que los accidentes le han sisado espacio.