Vecinos inquietos

En los albores del nuevo año, quisiera transmitirle, presidente de la Comunidad, la profunda inquietud de numerosos vecinos y vecinas del noroeste de Madrid y municipios serranos ante el avance implacable y desmedido de las operaciones urbanísticas en toda la zona, que están provocando un gravísimo deterioro medioambiental y paisajístico. En los últimos tres o cuatro años, coincidiendo con el PP al mando de muchos ayuntamientos, se han llevado a cabo recalificaciones de extensas zonas verdes, en las que se construye con total desprecio de su flora y de su fauna. Por citarle un ejemplo reciente: Urbanización Real de Parquelagos, en la localidad de Galapagar, donde se ha deforestado ya toda una ladera del arroyo Peregrinos, bellísimo enclave natural de altísimo valor ecológico donde abundan especies vegetales protegidas como encinas, sabinas y otros árboles autóctonos, para construir interminables e ininterrumpidas filas de antiestéticos adosados.Por los planos existentes en la zona, este horror es sólo el principio. Entre los posibles implicados en esta operación se encuentra una institución de tanta solera como Caja de Madrid. Parecida suerte espera, en el kilómetro 26 de la carretera de La Coruña, a unos espléndidos encinares, que están sucumbiendo a la especulación urbanística (urbanización Encinar de Las Matas y Encinar de los Reyes).

Ni siquiera mencionaré el temido recorrido del Tren de Alta Velocidad (TAV), o, el destrozo ocasionado en la zona del Monte del Pilar, pero sí ruego que se ponga freno a una situación que amenaza con convertirle en el presidente comunitario bajo cuyo mandato se destruyó, en aras de la voracidad lucrativa, el legado natural más importante con que contamos los madrileños: nuestra sierra.- Pilar Hidalgo Peña. Majadahonda, Madrid.