El PP se pone a la faena
Parsimonioso, eufórico y conmiserativo, el Comité Ejecutivo regional del PP se ha reunido, por fin, para abordar las próximas elecciones generales, en las que el granero conservador valenciano ha de superarse para ofrendar más glorias -dígase diputados- a José María Aznar. Para cumplir tal empeño, por lo demás posible, el habilidoso Eduardo Zaplana no se ha parado en minucias, todo y prometiendo una campaña "limpia". Por lo pronto, ha tentado a UV con una especie de caramelo envenenado al ofrecerle dos puestos en las listas populares, sin contar otros beneficios al amor de las nóminas públicas. Dificil alternativa para los de José María Chiquillo: ostracismo o liquidación. A los socialistas les ha recordado sus flaquezas, que serán norte y guía de la campaña, al tiempo que se exaltará lo mucho hecho y hasta por hacer. Todo normal. La incógnita reside en qué factura pasará el pueblo soberano por el fraude más que moral de las privatizaciones y las famosas stock options.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.