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El alcalde de Vitoria decide retrasar los presupuestos hasta pasadas las elecciones. Alonso excluye al PNV de un posible acuerdo y espera poder pactar con el PSE

El alcalde de Vitoria, el popular Alfonso Alonso, anunció ayer su intención de posponer el debate presupuestario hasta después de las elecciones generales, previstas para el próximo día 12 de marzo. Alonso, que ha sido incapaz de encontrar un socio que apoye su proyecto, justificó esta decisión porque "el ambiente político hace difícil centrar el debate en las cuentas de la ciudad". El alcalde se comprometió públicamente a aprobarlos antes del 31 de diciembre. El Ayuntamiento funciona ya con una prórroga automática, lo que impide adquirir nuevos compromisos de gasto. No obstante adelantó que el próximo presupuesto rondará los 33.400 millones. La negativa del PSE a estudiar su apoyo al equipo de gobierno PP-UA hasta que no se despejarse el horizonte electoral, a pesar de que respaldaron las ordenanzas municipales -suponen casi el 30% de los ingresos, unos 11.000 millones-, ha condicionado la decisión de Alonso. El equipo de gobierno PP-UA cuenta únicamente con once de los 27 ediles del consistorio, por lo que necesitaría el apoyo de otros grupos para sacar adelante las cuentas. Consciente de esta situación, Alfonso Alonso sugirió ayer que la única posibilidad de aprobar los presupuestos pasa por el apoyo del PSE ya que la actual situación del PNV, incrustado de lleno en el Pacto de Estella "hace imposible acuerdos de más calado entre el PP y los de Xabier Arzalluz". "Ellos están en una situación de exclusión absoluta de los no nacionalistas", indicó.

Los problemas del PP en el Ayuntamiento de Vitoria son un calco de los que el diputado general de Álava, Ramón Rabanera tiene en la Diputación. Las cuentas de la provincia están prorrogadas después de que el PSE, que apoyó el nombramiento del diputado general, se negara a discutirlos hasta después de las elecciones generales. El tandem PP-UA se vio obligado a retirar su proyecto de resupuestos después de sondear con resultados negativos a los socialistas y comprobar que el PNV no tenía ninguna intención echarles una mano.

Sin embargo, Alfonso Alonso quiso tranquilizar a los ciudadanos al asegurar que la prórroga presupuestaria automática con la que desde el 1 de enero cuenta el consistorio, "permite trabajar con tranquilidad hasta septiembre y realizar la misma actividad".

Crecimiento moderado Alonso anunció no obstante que las cuentas para el 2000 experimentarán un "crecimiento moderado", pasando de los 32.700 millones de 1999 a 33.400. Por ingresos corrientes, tasas, impuestos, precios públicos y la aportación de la Diputación, el Ayuntamiento obtendrá 1.558 millones más que el año pasado, un total de 28.865 millones de pesetas.

En lo que respecta al gasto corriente, donde se encuentran los salarios de los funcionarios y las aportaciones a las sociedades municipales, el equipo PP-UA tiene intención de "controlarlo" por medio de medidas de mejora de la gestión y de la congelación de la plantilla, ya que sólo el capítulo de personal se incrementa en el 2000 en un 9%.

Alonso destacó el apartado referido a las inversiones, en el que se va a aumentar la dotación (excluyendo lo que se dedique a la compra de suelo) en un 35%. Además, se prevé destinar 1.700 millones a la mejora de infraestructuras en los barrios; se invertirán más de 790 millones en los sistemas informáticos para su adaptación al euro y hacerlos bilingües, y se habilitarán 400 millones para finalizar las obras del campo de fútbol de Mendizorroza. Para mantener el nivel de inversión, al descender los ingresos en concepto de suelo -unos 2.000 millones menos que en los pasados presupuestos-, el Ayuntamiento va a tener que endeudarse en una cantidad que Alonso estimó en 1.500 millones.

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