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Peor que el "efecto 2000"

La informática le ha jugado una mala pasada a los servicios territoriales de la Consejería de Bienestar Social en Alicante y, por extensión, a 169 ciudadanos que reciben pensiones no contributivas desde enero de 1999. En el transcurso de un cambio en los programas de almacenamiento de datos de las oficinas realizado precisamente para adaptar el sistema al efecto 2000, se perdieron los datos relativos a estas 169 personas, cuyas pagas no superan en ningún caso las 40.000 pesetas. El desaguisado no ha sido provocado técnicamente por el temido cambio de dígitos, pero sus consecuencias han sido similares, ya que no cobrarán hasta el mes de marzo."El efecto 2000 sí ha llegado, y ha afectado a los más necesitados", señaló José Manuel Álvarez, hijo de una de las 169 personas que tendrán que pasar los primeros meses de este año mítico sin percibir sus pensiones no contributivas. Su madre, Ángela Nicolás, de 74 años, acudió el lunes pasado a su caja de ahorros para cobrar su paga, operación que habitualmente realiza a primeros de mes. Al introducir su libreta en el ordenador, el empleado de banca le comunicó que no había cobrado su pensión, que su nómina no había sido ingresada por la Consejería. Su hijo, extrañado, se dirigió a Bienestar Social para indagar qué había sucedido. Allí le explicaron que un fallo "provocado por el efecto 2000", según sus palabras, había dejado a su madre y a muchos otros pensionistas fuera de la orden de pagos.

"Imagínense lo que supone esto para una mujer de 74 años. Llegó a casa llorando", contaba ayer Álvarez. "La única solución que nos dieron aquel día fue invitarnos a rellenar una hoja de reclamaciones, que se quedaron sin darnos copia. Nos dijeron que a lo mejor cobraba en febrero", añadió. Ayer volvió Álvarez a interesarse por la cuestión y recibió un escrito firmado por el jefe de la Sección de Prestaciones de la dirección territorial, Pedro Martínez Mascaraque, en el que se certifica que su madre no ha podido cobrar la pensión "debido a problemas internos". Asimismo, se indica que "subsanado el trámite", recibirá las mensualidades de diciembre, enero y febrero a principios de marzo. Los pagos atrasados suman 118.465 pesetas. "Para mí esto no supone muchas garantías de seguridad, y lo único que está claro es que mi madre se va a pasar tres meses sin cobrar", protesó Álvarez, que acto seguido optó por denunciar el caso ante los medios de comunicación.

De este modo, la administración adeudará al conjunto de estas 169 personas algo más de 20 millones de pesetas hasta marzo. El delegado territorial de Bienestar Social en Alicante, Alberto Martínez, recordó que los afectados representan el 1,17% de los 13.600 ciudadanos que perciben una pensión no contributiva. Curiosamente, todos perciben esta paga desde enero de 1999, lo que lleva a sospechar que un fallo en un campo de la base de datos haya afectado a ese grupo en concreto de pensionistas. "Siempre que se produce un trasvase de datos de este tipo hay una parte que se pierde", reconoció Alberto Martínez, que precisó que el fallo no se produjo debido al efecto 2000, sino a las precauciones tomadas para prevenirlo. "Es inevitable, porque es cuestión de las máquinas, y contra eso no podemos hacer nada", se excusó.

Alberto Martínez asegura que el programa no permite que los afectados puedan cobrar antes de marzo, ya que sólo admite la renovación de datos con un mes de antelación. Dicha operación se realizará, por tanto, en febrero y los pagos se harán efectivos en marzo. La Consejería no prevé ninguna solución global al problema, aunque Martínez dijo que, en el caso de los pensionistas a los que los pagos les resulten imprescindibles para subsistir, se estudiará una fórmula para ayudarles.

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