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Caos pasajero en la justicia italiana

La ya delicada salud de la Administración de Justicia italiana sufrió ayer un pequeño "ataque" como consecuencia del temido "efecto 2000" en Nápoles, Venecia y Génova. Los desajustes más graves se produjeron en Nápoles, la capital del mezzogiorno italiano, donde los funcionarios de Justicia de las oficinas centrales del Tribunal de Vigilancia Penitenciaria optaron por redactar manualmente los registros al comprobar que los ordenadores suministraban fechas erróneas de las audiencias judiciales previstas, de las fechas de nacimiento de los presos, de las excarcelaciones programadas, de los permisos temporales y demás data relativa a los internos y a los procedimientos penales en curso.La presidenta del tribunal, Angelica Di Giovanni, ordenó a los funcionarios tomar lápiz y papel y reconstruir los registros visto que los ordenadores habían pospuesto 100 años las fechas de las próximas audiencias y las de nacimiento de los reclusos. Los detenidos cuya pena debería haber concluido el 10 de enero del 2000, resultaban libres desde el 10 de enero de 1900 y los que habían saldado su cuenta con la Justicia en diciembre pasado aparecían como reos hasta el año 2099.

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Algo parecido se repitió en el Tribunal de Vigilancia Penitenciaria de Venecia, mientras en Génova, los empleados del tribunal de Justicia se encontraron con dificultades de acceso al edificio al fallar el lector óptico que reconoce las tarjetas de identificación.

En la misma ciudad, el "efecto 2000" provocó el caos en el centro que gestiona las citas médicas en los ambulatorios de todos los hospitales locales. También la sede del Supremo italiano fue víctima de los dos ceros del 2000, aunque los errores afectaron únicamente a los relojes del edificio.

En Japón se notaron también las consecuencias del efecto con un total de 22 averías informáticas menores, como la ocurrida en un ordenador de la planta nuclear de Shika, que afectó a los cálculos de las distancias, pero no a los de radioactividad.

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