Los nacionalistas aprueban el presupuesto vasco tras aceptar exigencias de EH por 3.300 millones

La mayoría nacionalista formada por el PNV, EA y EH aprobó ayer los presupuestos vascos para el año 2000, que ascienden a 861.000 millones. El respaldo de los radicales, cantado desde que hace dos semanas votaron contra las enmiendas a la totalidad, se basa en los cambios por 3.300 millones efectuados por el Gobierno de Juan José Ibarretxe. EH venía obligada en todo caso por el pacto de legislatura firmado en mayo con el PNV y EA. La oposición criticó las cuentas por lo mismo que EH las apoyó: estar al servicio de la "construcción nacional".

El Ejecutivo vasco de Juan José Ibarretxe tiene ya el principal instrumento para su acción del próximo año, los presupuestos, a los que el Parlamento dio ayer luz verde con los votos de la mayoría nacionalista: 36 de los 75 de la Cámara a favor y 30 en contra fue la votación más repetida a las enmiendas.El resultado estaba tan cantado que ni el Gobierno ni la oposición tocaron a rebato y nueve parlamentarios se permitieron faltar a la sesión. Ésta no deparó ninguna sorpresa, tal y como era previsible después de la votación, el pasado día 14, de las enmiendas a la totalidad, rechazadas con el apoyo de EH. Sólo 24 horas después de esa prueba, el Ejecutivo selló un acuerdo con EH para su respaldo global al destino de casi 861.000 millones de pesetas.

De ellos, el Gobierno ha movido, a cambio del compromiso y los votos de sus socios parlamentarios, 3.300 millones, es decir, un 0,34 % del montante total. El dinero se ha detraído de una partida abierta denominada Diversos departamentos y que no tenía un destino concreto adjudicado anteriormente.

Frente a las críticas de la oposoción, el Ejecutivo exhibe el logro de haber implicado en la gobernabilidad a EH, un grupo que en año y medio ha pasado de despreciar las instituciones autonómicas -el Parlamento y el Gobierno "vascongadillos", en su terminología- a no sólo participar en su actividad diaria, sino a prestar también su ayuda a un Ejecutivo emanado del Estatuto de Autonomía que rechaza desde hace 20 años.

Satisfacción patente

La satisfacción del Gobierno era patente tras un año de funcionamiento con las cuentas de 1998 prorrogadas. La vicelehendakari y consejera de Hacienda, Idoia Zenarruzabeitia, consideró estos presupuestos como "el fruto de un acuerdo altamente positivo" y ello tanto en sus términos políticos como en el reflejo presupuestario.

Zenarruzabeitia resaltó que se trata de "la primera vez que EH aprueba unos presupuestos públicos de un Gobierno en esta comunidad". También los situó "en la senda de la convergencia en Europa" y los definió como "progresistas en términos europeos" y facilitadores de políticas de promoción económica, social y de infraestructuras "para toda la sociedad vasca".

Los logros más vistosos que EH ha obtenido son 1.250 millones adicionales para Ayudas de Emergencia Social e Ingreso Mínimo de Inserción, destinados a personas sin recursos económicos. Este último, el salario social, que estaba en 46.000 pesetas, se situará desde el 1 de enero en 50.815. Esto ha permitido a la izquierda abertzale vender su apoyo al Gobierno en términos de "mayor contenido social" en las partidas. EH ha conseguido que otros 1.594 millones fluyan hacia áreas de cultura y educación, en su mayor parte para el fomento del euskera. En un terreno más simbólico ha obtenido también 25 millones para que la asamblea de electos nacionalistas, Udalbiltza, eche a andar y otros 75 para sufragar proyectos en Treviño, el enclave burgalés en Álava sobre el que mantienen una disputa las autoridades vascas y las castellano-leonesas.

El pacto nacionalista fracasó, sin embargo, en la Diputación de Guipúzcoa, que vio devueltas sus cuentas y habrá de prorrogar las de este año. EH se negó a votarlas por no incluir 271 millones para pensiones no contributivas, informa Aurora Intxausti.