Pancartas dentro y fuera

Euskal Herritarrok (EH) no renunció ayer, pese a estar votando unos presupuestos, o tal vez por ello, a su activismo reivindicativo. Dentro y fuera de la Cámara de Vitoria hicieron gala de él, con los presos de ETA como motivo.Dentro, los nueve representantes radicales que acudieron a la sesión (la formación abertzale posee 14 escaños) desplegaron en pleno debate carteles reivindicando el acercamiento de los reclusos a Euskadi. Un suceso idéntico originó la víspera la expulsión de sus compañeros de partido en el Parlamento navarro. Pero ayer no podía ocurrir lo mismo: estaba en juego el presupuesto. Así que todo se redujo a dos llamadas al orden del presidente de la Cámara, Juan María Atutxa, la segunda de las cuales incluyó la amenaza de desalojarles si no retiraban los carteles. Le obedecieron de inmediato. De lo contrario, su salida obligada les hubiera impedido participar en la votación y el Gobierno se habría visto en un aprieto sin arreglo.

Fuera de la sede del Parlamento se concentraron varias decenas de personas, separadas en dos grupos y convocadas por la plataforma por los derechos de los presos Batera. Parlamentarios del PNV, EA y EH se sumaron a uno de ellos al término del pleno, detrás de una pancarta, aportada esta vez por militantes del PNV, que rompía con la habitual estética de estas protestas. Los vivas a ETA de los concentrados hicieron precisa la intervención de diputados de EH para acallarlos, porque los del PNV hacían ya ademán de retirarse enfadados.

Por delante del otro grupo, los parlamentarios del PP aguantaron todo tipo de insultos camino de su cercana sede.