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Raimon y Mikel Laboa, a favor de la "biodiversidad cultural"

Actúan hoy juntos en el Festival del Milenio, en Barcelona

Alicantino y guipuzcoano, de 59 y 65 años, casi 60 dedicados a la canción en catalán y en euskera, respectivamente. Son Raimon y Mikel Laboa, que esta noche actuarán juntos en el Palau de la Música de Barcelona, en el Festival del Milenio. Muy diferentes y a la vez iguales, mantienen actitudes similares. "Será porque estamos por la biodiversidad cultural y nos aterra la homogeneización que nos quieren imponer".

"Sólo nos separan 500 kilómetros, y es tan hermoso que esta distancia marque tantas diferencias que sería horrible que Cataluña y Euskadi perdiesen su personalidad cultural", afirmaron ayer en Barcelona.Pese a que los registros estilísticos de ambos son muy diferentes, Raimon y Laboa coincidieron en señalar que les "une un espíritu progresista en lo ideológico y una actitud de apertura". "Nos hace integrar elementos ajenos, convirtiéndolos en propios al incorporarlos en nuestra música". Raimon precisó: "Hay cierta inexactitud en el término mestizaje, que se refiere a un hijo de padres de distintas razas. En la cultura no hay razas, porque todo está mezclado, y de ese ovillo, cada uno tira de su hilo según el patrón que marca su pertenencia a un grupo. Ése es el euskera de Mikel y mi catalán". "Por eso no nos gusta la homogeneización. Una cosa es el bienestar material y otra muy distinta que a todos nos guste lo mismo, que es lo que se pretende".

"Los vascos tratamos a los catalanes peor de lo que ellos nos tratan a nosotros", dijo Laboa, aunque restó importancia a esas diferencias que en ocasiones elevan alguna barrera. "Sí, nos extraña que, al ir de vinos, los catalanes se paguen cada uno el suyo, pero luego nosotros tenemos líos en las cuadrillas de amigos, porque siempre hay alguno que se olvida de pagar la ronda que le toca", bromeó. Más en serio, afirmó que su impronta en las nuevas generaciones, tanto de rockeros como de cantautores, se deba quizá al sentido de ruptura que siempre han tenido sus canciones, en las que "palabra, fonética, sonidos y melodía caminan de la mano".Este hecho, esta constante capacidad de invención sonora, ha facilitado que a Laboa se le reconozca desde siempre una aportación musical que en ocasiones se ha escamoteado a Raimon. "Es normal que ocurra esto, porque, en determinadas épocas, las palabras han tapado mi música. Pero ella está ahí; sólo hace falta poner el oído", señaló Raimon. "Por ejemplo, he trabajado 30 años hasta perfilar la instrumentación con la que me siento cómodo, y ésa es una labor que puede pasar desapercibida. Por eso es una bestialidad que se niegue el componente musical de mi trabajo. Además, en España no se reconocía como artista al que se había metido con la dictadura. Éramos cualquier otra cosa, mientras que los dóciles sí eran considerados artistas".

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