No todo son valses
En el cambio de año rueda la música fundamentalmente a ritmo de vals o de opereta, pero algunos lugares se han desmarcado de las tendencias más tradicionales y han buscado otros ámbitos para otros tiempos. La Filarmónica de Múnich ofrece los días 30 y 31 de diciembre, dirigida por Andrew Davis, un concierto multimedia con proyecciones de láser, que acompañan un programa dividido en músicas de la Tierra, de los hombres y del cosmos.Estocolmo mira con añoranza al Sur. Sólo así se explica que finalice el 99 y comience el 2000 con óperas de tema español: Carmen y Don Carlos. Bruselas arrasa y asombra con el estreno de Cuento de invierno, de Boesmans, con Bondy y Pappano. Nueva York inicia también el 2000 con otra novedad, El gran Gatsby, de Harbison, mientras La Scala de Milán declara sus buenas intenciones con Fidelio, o la Semperoper de Dresde y la Ópera de Francfort se reafirman con La flauta mágica, de Mozart.
Los dos grandes teatros de ópera españoles se recrean en el invernal París de La bohème (Real) o en el belcantismo donizettiano de Lucia de Lamermoor (Liceo). La alternativa hispana al tiempo de valses, polcas y operetas está en el concierto de Año Nuevo del Monumental de Madrid: zarzuelas y pasodobles con García Asensio y la colaboración de El Fary. Sobra decir que el patrocinio es del Ayuntamiento.
Bach, como es de rigor, sonará en Stuttgart el primero de año. París se despide del 99 en el Palais Garnier con una gran gala de danza y en La Bastilla con Falstaff, de Verdi. Un cambio de año tranquilo es presumible en Lausanne con El alma del filósofo, de Haydn, y más tumultuoso en Washington nada menos que con Los puritanos, de Bellini. Mientras tanto, Abbado dirigirá uno de sus últimos conciertos de fin de año en la capital alemana con la Filarmónica de Berlín, Barenboim cuenta con Yo-Yo Ma para su concierto de Reyes con la Sinfónica de Chicago y Masur ha invitado a Anne Sophie Mutter para el de la Filarmónica de Nueva York. Obviamente, no todo son valses en estos días de fiesta obligada.
Babelia
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