La Generalitat cierra la discoteca en la que murió un hombre de un disparo

Un hombre de 23 años falleció en la mañana del pasado sábado en la discoteca Blade, un afterhours de Cornellà, víctima de un disparo. El agresor mantuvo un enfrentamiento al ser obligado a abandonar el local, al que regresó poco después armado con una pistola. La Dirección General del Juego y Espectáculos de la Generalitat anunció ayer el cierre del local, que acumulaba unas 300 denuncias por diversas infracciones.

El incidente ocurrió sobre las diez de la mañana del día de Navidad en el afterhours situado en la avenida de los Ferrocarriles Catalanes de Cornellà (una localidad del área metropolitana de Barcelona). Un cliente habitual del local provocó un altercado insultando a camareros y a otros clientes, por lo que fue obligado a abandonar la discoteca. El cliente profirió amenazas asegurando que regresaría en menos de una hora "para matar a todos", según informaron fuentes policiales. El agresor cumplió la amenaza y a los 20 minutos volvía a estar en las puertas de la discoteca.Tras dejar en marcha el coche que conducía, se dirigió a la entrada del local empuñando una pistola. El gerente de la discoteca se enfrentó con el cliente para desarmarle. En el forcejeo, los dos cayeron al suelo, momento en el se produjo un disparo que no hirió a nadie. Acto seguido, el agresor disparó contra una puerta del local que estaba cerrada. La bala alcanzó en la cabeza a un hombre que se encontraba tras ella y que falleció en el acto.

Fuentes policiales apuntaron que el arma utilizada, Magnum de calibre 44, es muy potente, lo cual explica que pudiera atravesar una puerta metálica. El agresor huyó inmediatamente del local en su vehículo. La policía inició inmediatamente la búsqueda del agresor, al que se identificó como vecino de L"Hospitalet.

El alcalde de Cornellà, José Montilla, manifestó que la discoteca Blade lleva acumuladas unas 300 denuncias -alborotos, ruidos, incumplimiento de horarios, entre otras- y que en los últimos meses había sido registrada por la policía en varias ocasiones. En los registros, los agentes encontraron diversos tipos de drogas y también armas.

Múltiples denuncias

"Este lametable hecho ha ocurrido en un local que el Ayuntamiento lleva tres años intentando cerrar", afirmó el alcalde el sábado pasado. Montilla añadió que el cierre no había podido ejecutarse, pese a las múltiples denuncias, "porque los propietarios, mediante argucias legales, han podido evitarlo".

La Dirección General de Juego y Espectáculos de la Generalitat comunicará hoy a los responsables de la discoteca el cierre del local por un periodo inicial de seis meses y la obligación de pagar un millón de pesetas de multa. Según la Generalitat, la discoteca será sancionada por otros seis expedientes que ya tenía abiertos. En la noche del mismo sábado, el local volvió a abrir las puertas. Fuentes de la Policía Local de Cornellà apuntaron que no se les había dado la orden de precintar la discoteca.