Arthur Andersen niega que falten documentos tras el asalto a su sede

Los responsables de la firma auditora Arthur Andersen aseguraron ayer que los autores del asalto a su sede de Valencia no se llevaron ningún tipo de documentación. El atraco se produjo en la madrugada del día de Navidad, y en un principio se temió que los asaltantes hubieran sustraido documentos importantes. Según una nota difundida ayer por la firma, "después de realizar una revisión exhaustiva por parte de los responsables de Arthur Andersen se confirma que el intento de atraco resultó fallido, al haberse comprobado que no ha sido sustraida documentación de ningún tipo". La nota añade que los únicos daños ocasionados por los asaltantes fueron los producidos al forzar las puertas de seguridad de acceso a las oficinas, y apunta que el móvil del atraco fue el robo de dinero, "cosa que tampoco tuvo lugar".El suceso ocurrió a lo largo de la Nochebuena. Los asaltantes entraron limpiamente en el edificio ubicado en el número 1 de la calle de Pascual y Genís de Valencia, donde tienen sus oficinas varias empresas. Según publicó ayer el diario Levante, al margen de la sede de Arthur Andersen, los asaltantes también entraron en los despachos del bufete de abogados Garrigues & Andersen, en la delegación del Ministerio de Economía y Hacienda y en la sede de la Dirección General de Comercio, donde está ubicado el Instituto de Comercio Exterior (Icex). En todas estas oficinas forzaron las cerraduras y se llevaron, entre otras cosas, algunas cajas fuertes sacándolas de los muros en las que estaban empotradas. Los autores del robo pasaron por alto otras oficinas como la de la compañía de Seguros Santa Lucía, la del Chase Manhattan Bank o la del Consell Social de la Universidad de Valencia.

Al parecer, los asaltantes habían robado la llave que da acceso al garaje, desde donde forzaron la puerta que da acceso a la escalera que lleva a las oficinas. El hecho de que fuese un día festivo permitió a los asaltantes trabajar con tranquilidad. El robo no se descubrió hasta la una del mediodía, y lo hizo uno de los trabajadores del edificio.