ALFREDO ALDAI Olentzeros para todos los gustos
Unas monedas a cambio de villancicos. Cientos de Olentzeros se pasearon el viernes con sus comitivas por pueblos y ciudades. Los hubo de todo tipo: de carne y hueso además de pipa humeante, de relleno e incluso alguno dibujado sobre papel, como el que portaba en Bilbao la precoz pintora de la foto. "¡Ya le hemos matriculado en Bellas Artes", bromeó su padre mientras el Olentzero del Ayuntamiento de Bilbao cambiaba el burro en que llegó al consistorio por un carro tirado por bueyes en el que recorrió la ciudad.
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