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La matanza que hará rodar cabezas

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Varias acciones militares del Ejército ruso en Chechenia, que se cobraron decenas de vidas de civiles, y que ni la guerra puede justificar, han pasado inadevertidas en Rusia, donde la operación antiterrorista goza de amplio respaldo popular.La matanza de Alján Yurt, perpetrada a comienzos de mes en este pueblo situado 17 kilómetros al suroeste de Grozni, ha traspasado, sin embargo, este espeso filtro informativo y amenaza con hacer rodar cabezas.

El viernes, la agencia privada de información militar AVN y la cadena de televisión NTV informaron de la destitución del general Vladímir Shamánov, jefe del frente Oeste y responsable de las fuerzas que entraron en Alján-Yurt y que, según numerosos testimonios, se libraron a una orgía de sangre que se cobró más de 40 vidas.

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El vicejefe del Estado Mayor, general Valeri Manílov, tuvo que salir a la palestra para desmentir el supuesto traslado a Osetia del Norte de Shamánov, recientemente condecorado como héroe de Rusia y que ya jugó un papel destacado en la primera guerra ruso-chechena.

Según Manílov, se trata de "una mentira deliberada que afecta a un general respetado por sus soldados".

Pero no acabó ahí la cosa. Poco después, Malik Saiduláyev, presidente del Consejo de Estado de Chechenia, inventado por Rusia, aseguraba que la matanza, ocurrida en su pueblo natal y que él fue de los primeros en denunciar, había provocado los arrestos de un coronel, un teniente coronel, un comandante y 15 soldados.

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La fiscalía militar del Cáucaso salió al paso poco después para negar que la investigación abierta haya "establecido la ejecución intencionada de civiles". Varios testigos hablan de soldados borrachos como cubas que lanzaron granadas de mano en los sótanos, en los que se refugiaban los civiles y, fuera de todo control, ejecutaron sumariamente a decenas de personas y decapitaron y quemaron algunos de los cadáveres.

Oficialmente, se sigue manteniendo la versión, cada vez más inverosímil, de que, si acaso, las muertes fueron consecuencia de un acto de guerra causados por los ataques de que fueron objeto las tropas que tomaron Alján Yurt.

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