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Entrevista:EVA DONOSO, MUJER A LA QUE UN POLICÍA NACIONAL AZUZÓ UN ROTTWEILLER

"Es increíble que ese psicópata esté libre"

F. Javier Barroso

"Jamás he pasado tanto miedo en mi vida". Eva Donoso, de 33 años, inicia así el relato del ataque que sufrió el pasado día 10 por un perro de raza rottweiller, que le produjo un desgarro de masa muscular en el antebrazo derecho, que necesitó 60 puntos de sutura. El dueño del perro de presa, un policía nacional, se había llevado a Eva a un huerto de ocio y le había exigido una serie de servicios sexuales que la mujer le negó. Por eso le azuzó al rottweiller, según fuentes policiales. Eva ejerce la prostitución desde hace 13 años en el bulevar que une Alcorcón con Móstoles. El pasado 10 de diciembre se acercó un cliente conocido, pues antes había estado dos veces con él. Modesto V. A, el policía nacional, le pidió que se acercara al coche y concertaron un precio de 20.000 pesetas para la relación sexual de aquella noche. "Siempre lo habíamos hecho en su coche, un Seat Toledo, y nunca había tenido problemas. Parecía una persona muy normal", explica Eva.

Aquella noche, en lugar del coche, Modesto decidió llevarse a la mujer a un huerto de ocio que tiene en la carretera de Villaviciosa de Odón (M-501), dentro del término municipal de Alcorcón. A la entrada se toparon con dos perros (uno de raza boxer y otro un pastor alemán), que corrían sueltos por la parcela. El tercero y más peligroso, un rottweiller, estaba atado. Cuando entraron en la vivienda, Modesto cogió una botella de orujo. "Había notado que iba un poco cargado, pero ya terminó de emborracharse con todo el orujo que se bebió allí", recuerda Eva.

Iniciaron la relación sexual y en un momento determinado el policía intentó practicar el sexo anal con la mujer. Ella le rechazó. "Entonces", cuenta Eva, "se sacó la placa de policía del bolsillo y me la puso delante de los ojos. Hasta entonces no sabía que era un policía. Me dijo entonces que me lo iba a hacer por las buenas o por las malas". Modesto había dejado encima de la mesa la pistola reglamentaria, según Eva. "Nunca llegó a utilizarla, pero estaba ahí encima", añade la mujer. Eva se incorporó y huyó de la casa. Modesto, "con los pantalones bajados", no pudo alcanzarla. Eva se desorientó y no encontró la salida de la parcela. Modesto aprovechó la circunstancia para, según Eva, soltar a su rottweiller y azuzarlo contra la mujer. "Estoy segura de que el perro estaba muy bien entrenado, porque nada más dejarlo libre se vino contra mí y se se lanzó a mi cuello. Gracias a que pude poner el brazo por delante, que si no me arranca el cuello", señala la mujer.

El perro mordió el brazo derecho de Eva hasta producirle desgarros. La mujer golpeó al perro y salió huyendo tras saltar la valla a la carrera. "Mientras el perro acababa con mi brazo, él permaneció quieto y no fue capaz de ayudarme. Estuvo mirando todo lo que pasaba como si no fuera con él la cosa", se queja Eva. Su cazadora de cuero quedó hecha trizas en medio de la parcela agrícola.

La prostituta salió corriendo hasta llegar a la carretera. Tras andar mucho trecho, llegó a la calzada. Siguió caminando en dirección al hospital de Alcorcón.

Un conocido suyo la vio, la montó en el coche y la trasladó al centro sanitario. "Llegué en estado de shock. No podía ni hablar. Me colgaba toda la carne del brazo del desgarro tan fuerte que me hizo el rottweiller", recuerda Eva. En el hospital recibió, además de ayuda médica, "mucho apoyo psicológico": "Me dijeron que me tranquilizara, que estaban para ayudarme y que pondrían todos los medios para hacerlo".

Los médicos le limpiaron la herida, le hicieron las primeras curas y la cosieron el desgarro. Fueron necesarios más de 60 puntos de sutura. Ahora deberá pasar a la fuerza por el quirófano para que le implanten tejidos de otras partes de su cuerpo.

A los dos días del ataque sufrido en el huerto de ocio del policía nacional, Eva se presentó en la comisaría de policía de Alcorcón y denunció la agresión. Desconocía la identidad exacta del policía y ofreció a los agentes unos datos personales escasos de Modesto V. A. y su descripción física. Investigaciones posteriores revelaron que se trataba de un agente con más de 24 años de servicio en el Cuerpo Nacional de Policía que está asignado a la sección de automoción de la Dirección General, según explicaron fuentes policiales. Tras ser detenido, Eva le señaló como su supuesto agresor en las dos ruedas de reconocimiento que se efectuaron en la comisaría y en el juzgado. El detenido se negó a declarar ante la policía.

La titular del juzgado número 1 de Alcorcón, Pilar Saldaña, le dejó en libertad tras prestar declaración. "Es increíble que hayan dejado libre a ese psicópata. Está loco y ha abusado de su autoridad", protesta Eva, "En los trece años que llevo en este trabajo jamás me había pasado algo parecido". Modesto ha sido suspendido de funciones hasta que haya una resolución judicial sobre el caso.

Eva Donoso está soltera. Tiene cuatro hijos (de 14, 13, 5 y 3 años) que viven con su abuela y con una de sus tres hermanos. Ella reside en el domicilio de una amiga en Alcorcón. "Ha venido a buscarme después de la agresión, pero no me ha encontrado. Ahora tengo miedo de lo que me pueda hacer. No sé cómo va a reaccionar", se lamenta la mujer.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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