_
_
_
_
_

La SEPI salva de la quiebra a Astilleros al comprarle tres factorías por 10.000 millones

La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y los sindicatos CCOO, UGT, ELA-STV y CIG alcanzaron ayer un principio de acuerdo para salvar de la quiebra a Astilleros Españoles (AESA). Tras ese pacto, la SEPI comprará los centros de Juliana (Gijón), Manises (Valencia) y Cádiz, por un importe de 10.000 millones de pesetas para reflotar a Astilleros, que cuenta con unos fondos negativos de 9.000 millones, y mantener todos los centros de trabajo abiertos. Se trata de una medida de urgencia, ya que el grueso del plan industrial se negociará en enero.

El compromiso alcanzado ayer supone un primer plan de actuación urgente, que ahora debe ser ratificado por los órganos de dirección de la SEPI y de los sindicatos. Las medidas figuran en el preámbulo del plan industrial para Astilleros Españoles que se negociará a partir del próximo mes de enero, ampliando los contenidos a medidas en las áreas productiva, tecnológica, financiera y comercial.De esta forma, la sociedad estatal y las centrales buscan soluciones a la grave crisis del sector, aun a costa de enfrentarse a "problemas con la Comisión Europea", según reconoció el martes el presidente de SEPI, Pedro Ferreras. Como era urgente inyectar recursos, que Bruselas impide se haga por vía de capital, se ha recurrido a la compra de activos.

Con esa operación se inyectará una aportación económica para los astilleros públicos de 10.000 millones de pesetas, que les permitirá tener unos fondos propios positivos de unos 1.000 millones de pesetas frente a los actuales 9.000 millones de pesetas en fondos negativos con los que cuenta Astilleros Españoles.

La compra, recogida como una medida urgente, incluye la adquisición por parte de la SEPI de los astilleros de Aesa Juliana (Gijón), Manises (Valencia) y Cádiz, de tal manera que quedarán con un estatus parecido al de Astano, que depende directamente de la SEPI.

Esta medida permite avanzar en la ordenación del grupo, a la vez que la SEPI y los sindicatos han acordado que a partir del próximo mes de enero proseguirán la negociación, y debatirán medidas de carácter tecnológico, comercial, financiero y productivo para determinar el futuro diseño industrial y societario de Astilleros.

Entre las medidas que se barajan se incluye una posible integración total o parcial con el astillero militar Bazán, así como que algunos astilleros lleguen a acuerdos técnicos nacionales o extranjeros, los que permitirá aumentar su competitividad.

Socios tecnológicos

También se discutirá que la SEPI impulse que algunos astilleros lleguen de forma individual a acuerdos con socios tecnológicos nacionales o internacionales. Asimismo, la sociedad estatal se compromete a apoyar las acciones comerciales de los distintos centros, y a una colaboración tecnológica entre Aesa y Bazán, que se extenderá a una colaboración en la obtención de contratos. El objetivo es lograr que en el 2000 se logren contratos para dos años de carga de trabajo.

El grupo público tiene ya previsto financiar un programa tecnológico en los astilleros encaminado a desarrollar nuevos productos, como pueden ser los grandes cruceros, y la aplicación de la alta velocidad a nuevos segmentos de buques.

Los firmantes del preacuerdo se han comprometido también a fomentar un clima laboral que favorezca la negociación y el cumplimiento de los compromisos contractuales.

Tras alcanzarse ese pacto, la SEPI ha desmentido que existan negociaciones o conversaciones para una fusión del astillero público Juliana con el privado Naval Gijón (Nagisa), cuyos trabajadores han protagonizado en las últimas semanas incidentes en la ciudad asturiana, mostrando su oposición a una eventual fusión.

En esas movilizaciones se produce ahora una tregua temporal. Los trabajadores de Naval Gijón acordaron ayer en asamblea suspender hasta el próximo 4 de enero las protestas que iniciaron hace dos meses en demanda de carga de trabajo y de subvenciones que eviten la pérdida de empleo.

Esas movilizaciones emprendidas por los trabajadores de Naval Gijón han derivado en las últimas cuatro semanas en duros enfrentamientos con la policía. El comité de empresa informó ayer que el próximo día 4 de enero se retomarán las protestas, que proseguirán todos los jueves a las 10,15 horas durante el descanso matinal del bocadillo para no paralizar la producción.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_