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El padre del niño "balsero" asegura que siempre estuvo muy apegado a su hijo

Hasta el 25 de noviembre, Juan Miguel González parecía un padre cubano más. Su vida era anónima, como la de la mayoría de sus amigos y vecinos de Cárdenas, un pintoresco pueblo situado a pocos kilómetros de la playa de Varadero y a 150 de La Habana. Hasta ese día, a nadie le preocupó si Juan Miguel era militante del partido comunista, o si ganaba dólares, o si tenía hijos, o si quería irse a Estados Unidos.

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Pero eso se acabó. Desde que su hijo Elián sobrevivió milagrosamente a un naufragio en el que murieron 11 balseros cubanos, entre ellos la madre del pequeño, su drama se politizó y su vida se convirtió en centro de atención internacional. Todo comenzó poco después de que el niño fuese rescatado en el mar por unos pescadores de Florida cuando flotaba sobre un neumático. Después de llevarlo al hospital, el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) de Estados Unidos entregó a Elián a unos tíos abuelos en Miami en régimen de custodia temporal.Juan Miguel lo reclamó, pero las autoridades estadounidenses dijeron que eran el INS o los tribunales de Florida los que debían de decidir sobre el futuro del niño, ya que en ese momento sus familiares en Florida pedían que el chico no fuese devuelto para que pudiese "crecer en libertad" en EEUU. El Gobierno de Fidel Castro reaccionó indignado y desató una ola de manifestaciones populares para exigir la "liberación" de Elián.

El caso se politizó y derivó en motivo de un nuevo enfrentamiento entre Cuba y EEUU. Mientras Elián fue paseado por Disneylandia y fotografiado con la bandera de Estados Unidos junto a líderes anticastristas de Miami, Juan Miguel fue convertido en Cuba en un símbolo patriótico y también en arma de denuncia. Sólo o al lado de Fidel Castro, asistió a protestas y mítines, y en ocasiones sus palabras sonaron más a consigna que a dolor de padre en medio de la gran campaña convocada por las autoridades, lo que levantó suspicacias.

¿Cuál era la historia real de este padre cubano? ¿Cómo era su vida y la de Elián antes de la tragedia? ¿Era cierto, como se decía en EEUU, que el Gobierno cubano no le dejaba ir a EEUU a buscar a su hijo por temor a que pidiese asilo político?

Es casi imposible encontrar gente que hable desapasionadamente del asunto. Tampoco Miami es el mejor lugar para encontrar respuestas a estas preguntas. Lo que sí es cierto es que Juan Miguel González se casó con Elizabeth Brottón, madre de Elián, el 1 de agosto de 1985. Tenía 17 años y ella 16. El matrimonio se celebró en Cárdenas, el pueblo natal de ambos, y allí nació el pequeño el 6 de diciembre de 1993.

En una de las últimas entrevistas que concedió a un periodista extranjero, Juan Miguel contó a este diario que hace tres años se divorció de Elizabeth. Según él, ambos seguían manteniendo buenas relaciones y compartían la manutención del niño. "Nos veíamos casi a diario y estábamos muy apegados", dijo Juan Miguel durante aquella entrevista.

Los vecinos, amigos y parientes consultados afirman lo mismo, incluida la que fue suegra de Juan Miguel, Eleodora Rodríguez, en cuya casa vivían su hija y su nieto antes de la tragedia. En entrevistas con la televisión oficial cubana, Eleodora ha dicho que Juan Miguel era un padre ejemplar y ha pedido a EEUU que devuelva a su nieto.

Como muchos habitantes de Cárdenas, Juan Miguel es militante del Partido Comunista Cubano y desde hace algún tiempo trabajaba de cajero en el Retiro Josone, un complejo turístico de Varadero. Elizabeth, su ex esposa, también trabajaba de camarera en un hotel de la misma playa (el Paradiso), por lo que ambos ganaban propinas en dólares, lo que es un privilegio en la Cuba de hoy. Según Juan Miguel, ninguno de los dos pasaban aprietos económicos, y tampoco Elián.

Según José, el abuelo paterno de Elián, que vive en la misma casa de Juan Miguel, el niño estaba muy apegado a la familia paterna. "Tenía aquí hasta una cotorra a la que estaba enseñando a hablar". José no cree que Elizabeth quisiese irse a Estados Unidos por motivos económicos, sino porque se enamoró de un mal hombre llamado Lázaro, que fue quien organizó la salida ilegal.

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