Luis Gordillo presenta en la Galería DV de San Sebastián sus pinturas y dibujos más recientes
Luis Gordillo (Sevilla, 1934), uno de los nombres más destacados del arte contemporáneo español, muestra hasta el 23 de enero en la Galería DV de San Sebastián parte de su obra más reciente. Dos pinturas de gran formato estructuran esta exposición, que se sitúa dentro de la abstracción redefinida, en la que también salen a la superficie sus cualidades como dibujante. Gordillo, que ve reconocida su trayectoria simultaneamente en Madrid y Barcelona, cree que "la pintura ha perdido su capacidad de cuestionar las cosas" y que ha llegado el momento de "repensarla".
La exposición que presenta Galería DV se vertebra sobre La perspective c"est moi, una pintura de gran formato (230x271 centímetros) y un lienzo menor que han inspirado la creación de una veintena de dibujos, expresamente ideados para esta sala. Obras sobre papel y pinturas dialogan entre sí, expresan de un lado la libertad y de otro la idea de perfección, y muestran dos de las facetas de un artista poco dado a explicar su obra. Gordillo prefiere hablar de sus sentimientos ante el proceso creativo, de las diferencias que entrañan para un artista las distintas disciplinas. "Las pinturas y los dibujos son exactamente lo opuesto", asegura. "Las primeras son muy controladas, muy frías y llevan un trabajo de mucho tiempo. En los cuadros, todo se basa en la ansiedad por la sospecha, en la perfección, en tratar de cristalizar una idea plástica llevándola hasta el final. Los dibujos, en cambio, son muy espontáneos. Para mí representan una situación paradisiaca".
Temporada intensa
El pintor no entiende la obra sobre papel como boceto, como base para un desarrollo posterior en un lienzo. Afirma que no tienen nada que ver, pero al ver expuesta su obra en Galería DV aprecia "un posible juego" entre las dos disciplinas. El artista vive ahora una de sus temporadas expositivas más intensas. El Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona sintetiza su extensa trayectoria profesional en Superyo congelado, una muestra antológica en la que se contrastan piezas fechadas a finales de los cincuenta con sus trabajos más recientes. Se exponen en total dos centenares de obras. En Madrid, la Fundación de la Casa de la Moneda enriquece la panorámica con su obra sobre papel y en San Sebastián se ofrece la posibilidad de conocer el doble rostro de este artista que comenzó a pintar con 14 años y que en 1981 fue reconocido con el Premio Nacional de Artes Plásticas.
Luis Gordillo echa un vistazo a su obra y se sorprende de su unidad, se tranquiliza al ver que ha mantenido un sentido a lo largo del tiempo, pese a sus transformaciones. No ha ocurrido lo mismo, a su juicio, con la pintura en general. "Hoy se tiene la incapacidad de producir aquellos efectos de las grandes vanguardias de la mitad de siglo (...) Uno vivía entonces la sensación de ruptura, de que se cuestionaba la sociedad, la manera de pensar, las ideologías y la pintura conseguía esos efectos. Hoy no existe esa función dinamitera de poner en cuestión las cosas".
"La pintura no ha muerto"
Gordillo no coincide, sin embargo, con quien ve el final de la pintura. "No creo que haya muerto como dice mucha gente, pero sí que debemos hacer un acto de realismo y de humildad y situarnos bien". El artista reconoce que el mundo de la gráfica, la fotografía, la televisión o el vídeo les han "restado parte" de su "espacio" y estima necesario "volver a repensar la pintura".
Para él, el arte, como toda actuación humana, tiene algo de terapia. "Puede tener algo de eso pero, sobre todo, tiene mucho de conocimiento y yo no diría que sólo mío como persona sino también de la realidad". Ese es, dice, el objetivo más importante de su trabajo. "Busco situarme en la vida, situarme en la realidad y conectar con lo que hay alrededor".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.