Los accionistas dan el "sí" al BBVA

Once años después de la constitución del Banco Bilbao Vizcaya (BBV), sus actuales accionistas respaldaron ayer la absorción de Argentaria para crear el BBVA. Su presidente, Emilio Ybarra, encontró una entrega total, ninguna objeción y apenas alguna petición en una junta extraordinaria en la que estuvo representado el 83,35% del capital del banco. Ybarra anunció que el nuevo banco se encamina ahora a "una fusión transnacional" con el italiano Unicredito, que ya controla el 1,8% del BBVA y con el que prevé terminar las negociaciones el próximo mes de enero con vistas a una integración total en tres años.Ybarra sustentó el peso de su discurso, de 32 folios, en las necesidades de expansión del banco, y lo razonó en diversos factores: la globalización de la economía, la implantación del euro, los fenómenos de privatización y liberalización, la desintermediación de los mercados, la movilidad del capital, los cambios demográficos y el aumento de la renta disponible.

"Las razones no han sido caprichosas, ni se inscriben en una moda más o menos pasajera". "Siempre hemos defendido la necesidad de la dimensión", añadió, "y ahora que el mundo se globaliza y que Europa se consolida como mercado único, la dimensión no es un capricho intelectual, sino una exigencia".

Tras criticar las dificultades, en el ámbito de supervisión y de regulación que encuentran las integraciones transnacionales, el presidente del BBV reseñó: "La concentración a escala europea no va a tardar tanto como algunos piensan y los primeros pasos, aún de baja intensidad, se producirán a corto plazo". En ese contexto enmarcó la fusión con Argentaria, que "tiene carácter abierto a nuevas incorporaciones europeas", en clara referencia a Unicredito y otras entidades europeas.

Ybarra anunció que las oficinas del BBV y Argentaria tendrán la misma plataforma tecnológica en 15 meses y que en ese periodo se mantendrán las marcas comerciales actuales para decidir en ese momento si se crea una sola. Subrayó que la elección de Argentaria por parte del BBV "no era casual" y centró la fortaleza del nuevo banco en la diversidad geográfica y de negocios y el potencial de desarrollo y crecimiento en América Latina y en el sur de Europa. Sobre esa base centra los tres principios fundamentales de la nueva entidad: equilibrio, integración y unidad.

No evitó en su discurso hacer referencia a las experiencias adquiridas por el BBV tras la fusión de los antiguos bancos Bilbao y Vizcaya. "Nos está sirviendo para llevar a cabo ahora una fusión modélica que sólo es capaz de implementar con éxito quien ha pasado por los problemas concretos y tiene la experiencia de haber tomado decisiones erróneas", reconoció.

Una de las experiencias traumáticas que supuso aquella fusión (la del BBV) fue la duplicidad de funciones entre los directivos. Quizá por ello, Ybarra tuvo palabras de aliento para sus ejecutivos: "No les oculto que la fusión supone sacrificios para todos. Quizá como ejemplo muchos directivos que pensaban en un determinado futuro profesional tienen que volver a competir, tienen que admitir cambios, empezar de nuevo".

No se hizo referencia en el discurso al desarrollo y pormenores de las negociaciones para la fusión, de las que siempre estuvieron al tanto las autoridades políticas. Ybarra, no obstante, subrayó que el banco "va a seguir defendiendo su independencia y su profesionalidad. Nosotros sólo dependemos y sólo vamos a depender del mercado y de la sociedad". En este capítulo defendió abiertamente algo que para el BBV ha sido intocable en dichas negociaciones, la ubicación de la sede social en Bilbao. Después habló de la persona con la que comparte presidencia y que a partir del 2002 será el presidente único del grupo, Francisco González. "Con su nombramiento aportamos profesionalidad, estabilidad y continuidad. El tiempo transcurrido desde el anuncio del acuerdo de fusión y la experiencia adquirida en el trato personal nos hacen confiar en su talante y capacidad de diálogo". En esa misma línea se refirió a Pedro Luis Uriarte, vicepresidente de la nueva entidad, "cuya probada profesionalidad y eficacia garantiza la unidad de gestión".

En esta junta extraordinaria Ybarra no hizo ninguna mención a cuestiones políticas como ha solido hacer en otras juntas. Sí entró en el terreno económico. Predijo que la economía europea crecerá el 2,6% en el año 2000 y que cabe esperar una apreciación del euro en los próximos trimestres. Valoró que España crezca por encima de la media europea; pero destacó que ello está basado en la demanda interna. Por ello pidió un esfuerzo "de todos los agentes sociales" para que no persista el diferencial de inflación con los países europeos más avanzados.