AITANA ALBERTI RECITA A SU PADRE

Aitana Alberti celebró en el teatro Amadeo Roldán de La Habana el natalicio de su padre, el poeta Rafael Alberti, quien el jueves hubiera cumplido 97 años. En su memoria, Aitana ofreció un recital, junto al guitarrista cubano Efraín Amador y la pianista Doris Oropesa, al que asistieron amigos e intelectuales, además del poeta Pablo Arruando Fernández, el novelista Miguel Barnet y el ministro de Cultura —y también escritor—, Abel Prieto. La obra elegida fue Invitación a un viaje sonoro, una suerte de paseo por la historia del laúd hilvanado por los versos que Alberti compuso y dedicó a este instrumento durante los primeros años de su exilio argentino, recogidos en su libro Pleamar. La voz de Aitana y la música de Falla, Albéniz y muchos otros músicos que a lo largo de la historia contribuyeron a la evolución de este instrumento, fundidas magistralmente gracias a los arreglos de Amador, hicieron de la velada una delicia llena de simbología. Para Aitana, esta cantata tiene una significación muy especial, pues fue hecha por Alberti, junto con Paco Aguilar, en Argentina poco después de su nacimiento. "Ha sido muy bonito, en un día como hoy, volver a recordar el laúd, volver a recordar su viaje a través del océano, y también, en cierto modo, el viaje larguísimo de mi padre al exilio en América". Aitana aseguró que era un día de "celebración", aunque el recuerdo de su padre y de su madre, María Teresa León, a quien también dedicó el recital, deja "una sombra de tristeza". La hija de Alberti afirmó que un día como éste no debía mancharse con la polémica suscitada por el testamento de su padre. "Sería verdaderamente de mal gusto", dijo— MAURICIO VICENT, La Habana