Los críticos acusan a Madrazo de haber instalado a IU en la "lucha intestina"

Izquierda Unida volverá a vivir este fin de semana en el País Vasco una nueva Asamblea, la quinta, de vértigo. Eso se deduce de las palabras del sector crítico, encabezado por los comunistas del PCE-EPK, que presentó ayer a su candidata, la independiente y edil de Barakaldo Amaia Martínez. Los críticos, que han negociado estos meses sin éxito una candidatura de integración, acusaron al sector de Javier Madrazo de haber instalado a la federación en el "desencuentro permanente" y la "lucha intestina".

El coordinador de IU-EB, Javier Madrazo, consiguió hace cuatro años auparse al frente de la organización en la IV Asamblea gracias a los apoyos de la corriente Ekaitza. Pero su victoria fue por la mínima: un 52%, frente al 30% logrado por los comunistas del EPK y el 18% de la tercera candidatura en liza. En estos años, el giro dado por la federación hacia posiciones más permeables con el mundo nacionalista y su apuesta por el Acuerdo de Lizarra, ha abierto una fractura interna y una sangría de votos. El anterior grupo parlamentario en la Cámara vasca, formado por seis diputados, se partió por dos en enero de 1998. Nueve meses después, buena parte del electorado les retiró su apoyo en las urnas, dejandoles con solo dos escaños.Con este telón de fondo, el sector crítico presentó ayer una candidatura alternativa a la que, previsiblemente, encabezará el actual coordinador general. 330 delegados decidirán este fin de semana en el campus de la UPV de Leioa el futuro de Ezker Batua.

Acompañada en primer término por el secretario general del EPK, Iván Álvarez; la abogada y edil Amaia Martínez Ramos, de 29 años, dibujó las señas de identidad que defiende la corriente crítica. En materia de pacificación, este sector apuesta por la salida de IU del Acuerdo de Lizarra, coincidiéndo con el análisis del coordinador general de IU, Julio Anguita, y de la dirección federal. En su óptica, la falta de una condena explítica a la ruptura de la tregua de ETA impide que Lizarra cumpla su función de "instrumento de pacificación y normalización política".

Los críticos pretenden reforzar también el perfil federal de la organización vasca y apuestan por la "vinculación solidaria" con Izquierda Unida federal, frente a posturas confederales. Junto a la vocación de ser una organización "capaz de aglutinar a la izquierda plural", los críticos conciben IU-EB como "movimiento político y social, frente a la concepción clasica y tradicional de partido".

Los impulsores de la candidatura alternativa aseguraron ayer haber estado negociando "durante los últimos tres meses" con el sector oficial una lista de integración. Pero admitieron que ha sido imposible porque la "actual mayoría ha preferido instalarse en un proceso de confrontación", según Álvarez. A juicio del líder de los comunistas vascos, estos cuatro años el sector oficial de Madrazo se ha abrazado al "desencuentro permanente" y ha situado a la organización en la "lucha intestina, sin capacidad de cicatrizar estos desencuentros". El peso de los críticos recae en el PCE-EPK, cuyos secretarios general, provinciales y de juventud respaldan a Martínez, y en la corriente minoritaria Ezkerraren Ekimena. Además, cuentan con seis miembros de Consejo Político de Euskadi y dos coordinadores de area, además de decenas de independientes.

Por su parte, el coordinador de IU en Navarra, Félix Taberna, se presentará a la reelección el sábado en su V Asamblea.