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La prohibición de la gasolina súper afectará al 25% de los coches en España

Fernando Gualdoni

La inminente prohibición de vender gasolina súper (con plomo) en la UE dejará inutilizable al 25% del parque automotriz español. Según lo que mañana decida la Comisión Europea, España tendrá uno o dos años para dejar de vender este carburante y aún carece de un plan concreto para enfrentarse al problema. Las industrias automotriz y petrolera han dicho que podrán adaptarse al cambio, pues éste no es un problema industrial, sino "social". El Gobierno estudia varias posibilidades para paliar el problema. De momento, las tres principales son: que el usuario cambie de coche a través del plan Prever, que lo adapte al uso de la gasolina sin plomo o la utilización de aditivos para suplir la falta de plomo.

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La Comisión Europea debatirá mañana en Bruselas las peticiones de moratoria que España, Italia y Grecia han solicitado para abandonar el uso de la gasolina sin plomo y está de momento muy empecinada en que la prórroga no sea de más de un año. La situación se complicó en perjuicio de España después de que el lunes la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, asegurara que España tendría dos años de plazo para el cambio, mientras que los portavoces del presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, y de la comisaria de Medio Ambiente, Margot Wallström, desmintieran a la ministra española.En España hay 3,5 millones de coches que usan exclusivamente gasolina con plomo porque carecen de un catalizador, según los cálculos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). El 25% de un total de 14 millones. Este parque es anterior a 1988, año en que las unidades debían por obligación salir de fábrica con el catalizador incorporado. Para la patronal de los fabricantes de coches, la adaptación del parque automovilístico a la directiva europea es un "problema social" y bajo ningún punto de vista industrial.

Sin respuestas

El Ministerio de Industria reconoce que es un problema que se presentará en un año o en dos y que intenta buscar una solución que perjudique lo menos posible a los usuarios afectados. Javier Regadera, del departamento de prensa de Industria, declaró que "todas las alternativas están estudiándose, pero que es un problema muy complicado y nada está decidido aún". Un portavoz del Ministerio de Medio Ambiente, por su parte, también destacó que el Ministerio de Economía tendrá que tomar cartas en el asunto, puesto que si es el plan Prever la alternativa más viable, mucho tendrá que decir este ministerio sobre el dinero que el Gobierno destine a este programa. Lo único cierto al día de hoy es que nadie puede aconsejar a los usuarios sobre lo que deberán hacer cuando la prohibición del uso de gasolina con plomo entre en vigor.

De momento se barajan tres posibilidades para enfrentar el problema. Cambiar el coche viejo por uno nuevo, adaptar un catalizador para que pueda utilizar gasolina sin plomo sin inconvenientes, o utilizar aditivos para compensar la falta de plomo.La primera favorecería la renovación del parque español a través de las ayudas económicas del plan Prever.

El problema, según fuentes del sector automovilístico, es que la mayoría de los poseedores de los vehículos antiguos son personas de bajos recursos y las 80.000 pesetas de ayudas del Gobierno no sería suficiente para alentar a estos usuarios a cambiar de coche. Según esas fuentes, las ayudas deberían al menos duplicarse para lograr la renovación en el menor tiempo posible. No obstante, otro experto consultado recordó que incluso el aumento de esas ayudas debería tener el visto bueno de Bruselas para que no fueran consideradas anticompetitivas.

La segunda opción, el uso del catalizador, es costosa. Sobre si se tiene en cuenta que la antigüedad de los coches que lo necesitarían no justifica el gasto. El precio de un catalizador oscila en el mercado entre las 40.000 y 50.000 pesetas, ello sin tener en cuenta los gastos de mano de obra y la adaptación general de la mecánica del coche al uso del nuevo componente, que puede elevar el coste total a más del doble. Un coche que utiliza gasolina con plomo puede repostar sin plomo, pero no es recomendable.

La posibilidad de utilizar aditivos para reemplazar al plomo no representa una solución, según los expertos. Estas sustancias suelen contener elementos tanto o más contaminantes que el plomo de la gasolina súper, como el manganeso.

Otro problema que ayer dejó entrever el secretario de Estado de Industria y Energía, José Manuel Serra, es que la refinerías españolas no estén capacitadas para producir una mayor cantidad de gasolina sin plomo de 98 octanos, aún cuando no tengan ningún inconveniente a la hora de suministrar la sin plomo de 95 octanos. Ésta es una de las razones por las que, según Serra, es necesario que la Comisión Europea conceda a España un periodo más amplio de adaptación.

Fuentes del sector petrolero replicaron al secretario. Al igual que la Anfac, destacan que el problema no es industrial, sino "social". La industria petrolera española, según estas fuentes, ni siquiera deberá hacer inversiones para adaptarse a la nueva demanda, tan sólo cambios operativos. Efectuar estos cambios en el plazo de un año, no supondría un problema.

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Sobre la firma

Fernando Gualdoni
Redactor jefe de Suplementos Especiales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS como redactor de Economía, jefe de sección de Internacional y redactor jefe de Negocios. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires, analista de Inteligencia por la UC3M/URJ y cursó el Máster de EL PAÍS y el programa de desarrollo directivo de IESE.

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