Gerardo Herrero deja la presidencia de los productores audiovisuales

Gerardo Herrero anunció ayer que el próximo miércoles, 22 de diciembre, abandonará la presidencia de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales de España (FAPAE). En su lugar, y después de tres años y medio de gestión, Herrero ha propuesto a Eduardo Campoy, "un productor más vinculado con la televisión que yo", como su sustituto. Los acuerdos con las televisiones y la normalización de las relaciones con la clase política son los principales logros de sus años de presidencia.

Después de viajar desde México y mientras prepara el rodaje de su cuarta película, Las razones de mis amigos, basada en la novela de Belén Gopegui La conquista del aire, Gerardo Herrero abandona definitivamente un cargo cuyos tres años de gestión se cumplieron en junio y que se prorrogó debido a la petición de la propia FAPAE.Herrero asegura que durante sus tres años al frente de los productores audiovisuales españoles ha "aprendido mucha política" y, que de todas las conquistas de su gestión, la "pelea más complicada" ha sido lograr la inversión en cine español de las televisiones. "De los 2.000 millones de pesetas de Televisión Española y los 1.500 de Canal+ que había cuando llegué se ha pasado a un total de 11.000". Un apoyo que, según el cineasta, se ha logrado gracias al "consenso político con el cine español". "Todos los partidos políticos apoyan el cine español, la política cinematográfica se ha conseguido pactar políticamente y eso ha sido fundamental". Para el todavía presidente de la FAPAE la relación entre cine y política se ha "normalizado". "A nadie le tiene que extrañar que el equipo de una película cene con el presidente del Gobierno, por ejemplo". El peor momento fue "la guerra digital", y si le queda una espina clavada -"una estaca en realidad"- es no haber firmado el acuerdo con Tele 5.

Dentro de una semana Herrero (que define a los productores como "héroes" y que subraya que el cine no es sólo industria, sino cultura: "No es lo mismo hacer zapatos que películas") dejará definitivamente su cargo ("hay que saber llegar y también saber marcharse", añade) ante la junta directiva de la asociación, que, ese mismo día, votará al único candidato que se ha presentado como sustituto: Eduardo Campoy.

Cine competitivo

"Campoy ha dirigido cine, es productor y está muy ligado a la televisión, los productores de televisión forman una parte muy importante de la FAPAE y con él se representa a ese sector. Lo ideal es, cada tres años, ir alternando y que siempre esté representada la diversidad de intereses. Mi trabajo ha estado, sobre todo, enfocado en el cine, y con Campoy la televisión recibirá un apoyo importante".

Gerardo Herrero cree que la relación del público español ha cambiado y que el mercado puede aspirar a las 30 películas "competitivas" al año. "Yo llamo películas competitivas", explica Herrrero, "a las que pueden aspirar a una publicidad de más de 100 millones y a más de 150 copias para su estreno. Son películas como Nadie conoce a nadie o Muertos de risa".

Para el director (que ahora mismo tiene entre sus producciones Kasbha, de Mariano Barroso, y El corazón del guerrero, de Daniel Monzón, además de su propio filme) el cine español debe aspirar a todo tipo de proyectos, pero, sobre todo, a poder competir con las grandes producciones europeas y norteamericanas. "En unos años se podrá manejar la cifra de un 20% de cuota de mercado", señala de manera optimista.

Para el futuro, y al margen de su trabajo como productor-director, Herrero prepara un importante proyecto con la Comunidad de Madrid: la creación de unos grandes estudios de cine (la inversión será de unos 3.000 millones de pesetas) en la Ciudad de la Imagen y para el que ya ha firmado un acuerdo con el presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón, del Partido Popular, que cederá los terrenos para que los productores financien estos estudios.