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TERESA COLOMER PROFESORA DE LITERATURA "La literatura infantil es como una escalera con barandilla"

La conferencia de la profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona Teresa Colomer inauguró recientemente unas jornadas dedicadas a la literatura infantil y su presencia en la escuela. Colomer es una experta en este segmento de la literatura y autora del libro La formación del lector literario. Narrativa infantil y juvenil actual (Fundación Germán Sánchez Ruipérez), una obra imprescindible para conocer las relaciones de los niños con la narrativa destinada específicamente a ellos. Pregunta. El concepto de literatura infantil es más bien joven.

Respuesta. Durante siglos los niños han oído la misma literatura que los adultos, pero en el XVIII se inventa el niño y se inventa la literatura para ellos. Ahora se ha inventado el adolescente y la literatura destinada a él. En el momento en que hay una concepción de una etapa de la vida ligada a un aprendizaje vital se crea un tipo de libros que construye el mundo para ese segmento de edad. De hecho, la literatura infantil y juvenil es un diálogo de las generaciones adultas con las jóvenes.

P. Las características de la literatura en general llegan a partir de su calidad, no del público al que va dirigida.

R. La literatura infantil y juvenil es distinta porque son los adultos exponiéndoles a los niños una forma de ver el mundo y comportarse en él.

P. ¿En dónde está, entonces, la diferencia con el catecismo?

R. Creo que en la calidad literaria. El hecho de que haya un elemento inherente de enseñanza es en el buen sentido de la palabra. Es cierto que la literatura infantil nace como algo muy doctrinal, muy didáctico, y ha ido ganando en calidad literaria.

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P. ¿Qué relación hay entre estas obras expresamente destinadas al público infantil y la iniciación de los niños en la literatura clásica?

R. La literatura infantil es como una escalera con barandilla: es escalera porque ayuda al niño a ir apreciando textos cada vez más largos y complejos; y es con barandilla porque son libros que toman en cuenta lo que el niño puede entender, apreciar, es decir, le ayuda en ese gusto por textos cada vez más complejos. Si la escuela o los padres seleccionan con acierto estos libros llegará un momento que estaremos tan arriba de la escalera que no hará falta escribir libros para niños.

P. ¿Y para los jóvenes?

R. Esa moda que hay ahora de escribir libros para chicos y chicas de 16 ó 17 años es algo totalmente artificioso, propio del mercado que busca segmentos para venderles productos específicos. Creo que hay suficiente literatura en el mundo para que el único problema que exista sea el de selección.

P. ¿Animan a la lectura las obras obligatorias que se estudian en el Bachillerato?

R. Estas obras no forman el hábito de leer. Eso sí, les permiten conocer aspectos de la literatura que leyendo libremente no aprenderían.

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