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MONUMENTAL DE MÉXICO

Emotiva despedida de Litri

¡Vaya diferencia entre la despedida de Litri en Sevilla el pasado 26 de septiembre y la de esta tarde en la Monumental Plaza México! En la Maestranza, donde figuró en numerosos carteles, el público estuvo muy frío con él y lo sacó a los medios, y aquí, donde únicamente ha actuado en seis ocasiones, recibió el calor y el reconocimiento de la afición mexicana en una emotiva despedida.A su primero, de nombre Pescador, que fue aplaudido en el arrastre, Litri le cuajó una faena a base de aguante y temple, en la que ligó artísticos redondos en tres series. Dominando lo codicioso de la res brava, le obligó a humillar y sintonizó su noble recorrido con el trazo que la muleta hacía al barrer la arena.

Xajay / Litri, Ponce, Jerónimo; Fraga

Seis toros de Xajay, desiguales, cómodos -salvo el descarado 5º- y débiles -excepción 1º y 2º-, descastados y broncos menos 2º. Dos toros de Manuel Martínez, despuntados para rejoneo, chicos y desiguales. Litri, que se despedía del toreo: estocada contraria (oreja); estocada caída y dos descabellos (vuelta). Enrique Ponce: estocada (petición minoritaria, ovación y salida al tercio); media (ovación y salida al tercio). Jerónimo Aguilar, que confirmó la alternativa: bajonazo, dos pinchazos, descabello, estocada desprendida -aviso-, estocada corta y descabello (pitos); estocada contraria y estocada (aplausos). El rejoneador Enrique Fraga: pinchazo y, pie a tierra, metisaca y estocada baja, y se echa el toro (pitos); metisaca de rejón, rejón contrario y, pie a tierra, estocada caída, pinchazo, metisaca y descabello (pitos). Monumental Plaza México, 12 de diciembre. 6ª corrida de la temporada. Tres cuartos de entrada.

El astado Guateles, con el que se despidió, pitado en el arrastre, fue un animal de viaje corto y que no humillaba. Pero, a pesar de esto, el onubense parecía que debutaba como novillero sacando la casta, y se la jugó. La concurrencia le tributó una merecida ovación y le obligó a dar la vuelta al ruedo. Con emoción y humildad, Litri hizo el recorrido por el anillo al compás de las clásicas golondrinas acompañado de su cuadrilla.

Los deseos de Enrique Ponce de torear mejor los realizó con el capote al lancear con elegantes verónicas y ajustadas chicuelinas al brusco primero, pitado en el arrastre. Pero con la pañosa no pudo con el genio del adversario, aunque al final de un largo y atropellado muleteo logró enjaretarle una tanda de derechazos.

Con gran serenidad y valor se enfrentó a su segundo, una fiera probona que desarrolló mucho sentido y fue abucheada en el arrastre. Le hizo una labor riñonuda, sorteando los gañafonazos que la alimaña le tiraba a diestra y siniestra.

A Jerónimo sólo se le vieron muchos deseos, un par de detalles y carencia total de técnica. Su primero fue un manso pitado en el arrastre, y con el abanto que cerró plaza nada pudo hacer. Tiene que olvidarse de su concepto de que el toreo sólo es inspiración y debe aprender la base del oficio, que es la técnica. Si no, le será muy difícil llegar a figura.

La falta de destreza del rejoneador Enrique Fraga propició las cornadas al alazán cuarto de milla Sedayín en su primero y al tordillo porcelana Caporal en su segundo. Al soso primero, que fue protestado por chico, le colocó los rejones de castigo en el pescuezo y las banderillas largas las dejó contrarias. Ante la hostilidad del respetable, en su segundo suprimió la colocación de los palitroques. En ambos se echó pie a tierra para poderlos despachar después de darles unos trapazos.

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