Un voto de "calidad" investigado por gestión irregular
Los medios de comunicación no han podido ser testigos de la ratificación de José Antonio Ranchal al frente de la Federación de Padres de Alumnos Gabriel Miró, que celebró ayer en Alicante en unos locales prestados por la Diputación. La sesión se realizó a puerta cerrada y protegida por estrictas medidas de vigilancia contratada ex professo para impedir la entrada de aquellas APA que Ranchal consideró que no cumplían los requisitos para participar en asamblea donde fue reeligió. Pese a los blindajes, un notario anotó con fidelidad cada una de las secuencias, los momentos más críticos y los argumentos con que Ranchal se impuso "con un voto de calidad" para inclinar la balanza a su favor, e impedir el empate técnico de 62 votos a favor y 62 en contra de la moción de censura realizada por la candidatura opuesta.Su "voto de calidad", como lo autodenominó Ranchal, impidió la moció de censura. Pero no logró borrar ayer el sarcasmo que provoca entre un sector de APA cada vez más mayoritario que comentó que "más que de calidad, es irregular". Las supuestas irregularidades que han saltado a la luz en las últimas semanas sobre la gestión realizada por Ranchal de los fondos públicos tanto de la federación Gabriel Miró como de la Confederación Valenciana de Padres de Alumnos (Covapa) tuvieron ayer su reflejo entre un sector de padres. Éste mostró con su votación que "desconfía" de quien está al frente de las asociaciones que decidirán el futuro de las APA y su participación en el sistema educativo valenciano.
Ranchal, que ha sido y es el interlocutor del PP al frente del movimiento de padres, se enfrenta a una denuncia por supuestas irregularidades en la gestión de las subvenciones millonarias de Educación, Presidencia y el Ayuntamiento de Alicante, cuyos convenios rozan los 200 millones en año y medio. La denuncia fue interpuesta el pasado 30 de junio por la federación de padres de Castellón. El juzgado de instrucción de Castellón investiga la titularidad de dos cuentas utilizadas por Ranchal, y la deuda de más de medio millón con un hotel de Benidorm, que afirma que le exigió que reconociera por escrito que está pagado el importe total. También se investigarán las cuentas de la federación.
