Una firma de componentes para automoción instala en Llíria su factoría española

La multinacional Britax, dedicada a la fabricación de componentes para automóviles -sobre todo retrovisores- ha invertido unos 1.000 millones de pesetas en la puesta en marcha de su primera factoría en España que está ubicada en la localidad de Llíria. La firma, con sede en Londres, producirá desde la planta valenciana retrovisores para Ford, Renault, Seat y Citroën. Hasta ahora Britax servía a las plantas de estas marcas en España desde sus centros de producción en Francia y Gran Bretaña.La nueva factoría, que lleva un par de meses en funcionamiento, cuenta con una plantilla de 125 trabajadores, y el volumen de negocio previsto es de 2.500 millones de pesetas anuales. A pesar de que Britax también tiene divisiones dedicadas a la fabricación de sistemas de seguridad para niños en los automóviles y también al diseño de interiores de aviones, la planta de Llíria se dedicará en exclusiva a producir retrovisores, elemento que supone casi la mitad del negocio de esta empresa en todo el mundo. En 1998, Britax obtuvo unos beneficios de 12.500 millones de pesetas. El principal mercado de esta empresa es su país de origen (Gran Bretaña), donde obtiene el 32% de sus ganancias, una cifra similar a la que consigue con su negocio en el resto de Europa.

Fuentes de la compañía destacaron ayer las innovaciones que en el campo de los espejos retrovisores ha desarrollado Britax, entre las que destacan un modelo que cambia automáticamente de posición cuando detecta luces que pueden deslumbrar al conductor, y otro que incluye una célula fotoeléctrica que oscurece el espejo evitando que el sol pueda ocasionar una pérdida momentánea de visión al conductor.