Yeltsin suscribirá en China un pacto para influir "en la seguridad del mundo"

El presidente ruso, Borís Yeltsin,inicia hoy una visita a China durante la cual establecerá un pacto con el presidente Jiang Zemin para poder influir más eficazmente en "la seguridad y estabilidad del mundo". Moscú, no obstante, ha precisado que no se propone crear un eje contra los países occidentales.Un alto funcionario explicó a la agencia estatal Itar-Tass que Rusia no pretende crear una "unión estratégica" con China, pero subrayó "el aumento de coincidencias" de ambos países en materia de política internacional. Yeltsin y Jiang estudiarán las "medidas adecuadas" a tomar por Moscú y Pekín ante "la actual situación internacional, que preocupa a ambos". En este contexto firmarán una declaración con el fin de "robustecer la coordinación de los dos países en interés de la seguridad".

Ambos líderes debatirán también "el terrorismo internacional, los intentos de provocar conflictos interétnicos y de involucrar a la comunidad internacional". "Éste es un problema muy importante tanto para Rusia como para China", señaló el funcionario en una clara referencia al conflicto checheno y a la represión de la secta Falun Gong.

Yeltsin y Jiang discutirán además varios asuntos económicos, especialmente la venta de petróleo ruso y la construcción de un oleoducto en la que participarán una empresa rusa y dos chinas.

La mayoría de los médicos que atienden a Yeltsin se opone al viaje. Así lo afirma radio Eco de Moscú. Los doctores consideran que la diferencia horaria -cuatro horas menos en la capital china que en la rusa- puede influir negativamente en el organismo de Yeltsin. Pero el presidente, conocido por su terquedad, no quiere oír ni hablar de suspender el viaje, por lo que se le aplicará una "terapia de sueño" durante el vuelo. Es decir, que se lo llevarán dormido.

Yeltsin acaba de sufrir una "enfermedad viral acompañada de bronquitis", que después se tradujo en una pulmonía que le mantuvo internado durante una semana en un hospital.