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La travesía del exilio

Ferran Bono

Ovidi Oltra tiene una memoria prodigiosa. Goza además de la facultad de hacer partícipe al oyente en sus narraciones gracias a su descripción pormenorizada de los hechos y a la emoción contenida de los mismos. Cierto es que el material que alimenta sus recuerdos es altamente sensible. Pero este ex militar republicano nacido en Massamagrell hace 85 años visualiza de tal manera la travesía del barco Winnipeg, que partió de Burdeos en 1939 con destino a Chile, cargado con más de 2.000 exiliados españoles, que resulta muy difícil no compartir sus vivencias. Lleno el barco a rebosar, el día en que partió estalló la Segunda Guerra Mundial. Todos los embarcados estaban informados de las novedades bélicas a través de los carteles que diariamente elaboraba el afamado tipógrafo Mauricio Amster -el IVAM le dedicó una exposición en 1997- después de escuchar las noticias en la radio del capitán del navío financiado por el Gobierno de la República.También en el barco se reprodujo la discordia entre los socialistas y comunistas a propósito de la firma del acuerdo de no agresión Ribbentrop-Molotov firmado entre la URSS de Stalin y la Alemania de Hitler. "Los comunistas no sabían cómo explicarse", recuerda Ovidi Oltra, quien despliega su portentosa memoria aportando fechas y datos en un fluido valenciano.

A pesar de transcurrir la mayor parte de su vida en Santiago de Chile, donde se estableció, el joven republicano militante del partido de Manuel Azaña, Izquierda Republicana, nunca olvidó la lengua que aprendió de niño. Siendo estudiante, él y un grupo de amigos se definían como autonomistas y reclamaban la introducción de la enseñanza en valenciano en las clases.

Allí, en tierras latinoamericanas apenas había valencianos con los que practicar la lengua. Ovidi Oltra no desistió, incluso por un tiempo llegó a ser representante de la Casa de Cataluña, en la que "había muchos valencianos que habían emigrado a Cataluña", recuerda. Pero la presencia del abogado en la Universidad de Valencia la pasada semana en el congreso internacional El exilio cultural de 1939 fue en calidad de presidente de la Colectividad Valenciana de Chile. Desde hace unos pocos años, la Generalitat Valenciana aporta fondos para el funcionamiento autónomo del colectivo valenciano integrado, en un principio, en la Casa de España de Santiago de Chile.

Con 25 años llegó a la capital chilena y tuvo suerte porque pudo continuar y finalizar sus estudios de Derecho. Fernando Ayala, hermano del conocido escritor también exiliado Francisco Ayala, contribuyó a financiar la carrera del valenciano. Ovidi Oltra aclara que él tenía conocidos en Chile que le ayudaron, pero otros muchos no tuvieron la misma suerte. A veces parece que sólo los escritores y intelectuales representan el ingente colectivo de exiliados españoles debido a la gran difusión de sus trabajos.

Ovidi Oltra dice haber pensado mucho sobre la República durante estos años. Asegura que "fue un régimen que no tuvo nunca tranquilidad". Especialmente dolido se muestra con la actitud de la iglesia: "Tenía un poder terrible. Envíaba a sacerdotes para encender el ánimo de los pueblos en contra de la República. A Massamagrell llegó un bestia que con su discurso dividió a los ciudadanos en dos bandos y mi padre, que era blasquista y tenía una zapatería, se tuvo que ir a Valencia". Oltra, que elogia sobre todo la figura de Indalecio Prieto, considera, no obstante, que: "Los republicanos no teníamos experiencia de gobierno, porque siempre habíamos estado en la oposición a la monarquía. Azaña destacaba, claro, además sólo él sabía hacer decretos".

Desde Chile, el exiliado valenciano organizó a principios de los años sesenta dos barcos con exilidos de varios paises latianoamericanos para asistir a la fiesta de las fallas. Desde 1993 organiza el llamado "avión fallero" procedente de varios países latinoamericanos.

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Desde finales de los sesenta hasta principios de los ochenta, Ovidi Oltra vivió en Madrid, donde montó una galería de arte. Dice que se vio venir el golpe de Estado de Pinochet y decidió volver a España con su familia. No obstante regresó a Santiago de Chile. En la dualidad hispana y chilena presente en el seno de su familia, el deseo de su mujer se impuso, comenta sonriendo Ovidi Oltra. "Uno de mis hijos y yo nos inclinamos por España, mientras que mi otro hijo y mi mujer prefieren vivir en Chile", explica.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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