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El delegado del Gobierno en Ceuta vincula al 30% de los inmigrantes con las drogas

El delegado del Gobierno en Ceuta, Luis Vicente Moro, asegura que el 30% de los inmigrantes acogidos en el campamento de Calamocarro, en concreto los subsaharianos procedentes de países anglófonos, son peligrosos y se dedican mayoritariamente a los negocios relacionados con el tráfico de drogas y la prostitución. Por contra, aduce, los de los francófonos, el 60%, son buenos y vienen a hacer tareas agrícolas."Al anglófono", según explicó Moro en una intervención en una emisora radiofónica local, "le gusta la vida fácil, el trapicheo con drogas y la prostitución. Y están llegando a Ceuta en un porcentaje cada vez mayor". A su juicio, lo que este colectivo persigue es situarse en ciudades grandes, como Madrid o Barcelona, "para dar salida a la droga y la prostitución". "Son inmigrantes", dice, "sin patrón de conducta ni un proyecto o plan personal. Sólo esperan viajar a la Península para operar en sus trabajos".

La presencia de estos subsaharianos con alto poder adquisitivo se deja notar en una ciudad pequeña como Ceuta, en la que nadie pasa inadvertido. Hacen ostentación de riqueza, visten ropa cara y mantienen una actitud diferente a la de los primeros inmigrantes que llegaron del África negra hace unos cinco años. Mueven cantidades importantes de dinero en agencias especializadas y en servicios de mensajería -unos 25 millones al mes, según Moro-. La Delegación del Gobierno incluso ha cuantificado la cantidad de teléfonos móviles que tienen: 700 aparatos. Los equipos de música son 300.

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