_
_
_
_
Crítica:MÚSICA CLÁSICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El programa soñado

Luis Gago

Tras el venerable paréntesis de las sonatas para violín y piano, el Liceo de Cámara ha retomado la integral cuartetística de Beethoven, uno de los atractivos principales de su octava edición. El programa era el compendio perfecto de la evolución artística del compositor alemán: el Op. 18 núm. 6 se entronca aún en el pasado, pero contiene ya un primer germen de rebeldía (La Malinconia); el Op. 59 núm. 2 es quizá menos excesivo o dinamitador de las convenciones que el primero de los Rasumovsky, pero acoge música igualmente revolucionaria; el Op. 130 es, tanto o más que los cuartetos coetáneos, una obra desligada del tiempo que la vio nacer y que decidió cerrarse con un estrépito liberador (la Gran fuga). ¿Puede pedirse más a un solo concierto?El Cuarteto Mosaïques era el grupo llamado a realizar la hazaña de sumergirse en tres mares enteramente diferentes sin más armas que sus cuatro instrumentos y el talento para desentrañar una música densa y exigente como pocas. Afirmar que Höbarth, Bischof, Mitterer y Coin salieron airosos del empeño sería quedarse muy cortos. Los tres austriacos y el francés nos regalaron uno de los conciertos más hermosos que puedan imaginarse porque conformaron un Beethoven desnudo, limpio de excesos y exaltaciones innecesarias. Los tres cuartetos sonaron a música nueva o, mejor, renovada, gracias a lo que podía percibirse como un meticuloso proceso de depuración de una larga tradición interpretativa.

Cuarteto Mosaïques

Obras de Beethoven. Madrid, Auditorio Nacional, 2 de diciembre

Grupo historicista

Dicen sus discos que el Cuarteto Mosaïques toca con instrumentos originales. Viéndolos sobre el escenario, son muy pocos los signos ostensibles de la gestualidad característica de los grupos historicistas. Se valen incluso de aditamentos modernos (barbadas, almohadillas, la pica del violonchelo), pero sus golpes de arco, su manera de articular, su propio concepto del estilo y del sonido revelan que estamos apartados de la vía convencional. Su potencia sonora, por ejemplo, es más reducida que la de la mayoría de los cuartetos, pero, en términos absolutos, su gama dinámica es más amplia y, sobre todo, más eficaz. En un pianissimo del Mosaïques pueden distinguirse todas y cada una de las voces, y reguladores como el que cerró el segundo movimiento del Cuarteto Op. 59 núm. 2 están sólo al alcance de los más grandes.

El sonido del Mosaïques pierde en tensión o brillo lo que gana en transparencia, en riqueza de armónicos, que no cesan de elevarse y fundirse por toda la sala. Con Höbarth y Coin como puntales, el grupo se ha convertido en una referencia diferente e inexcusable para el repertorio clásico. Su concierto fue una formidable travesía del edén clásico al abismo intemporal de la Gran fuga, ofrecida generosamente fuera de programa.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Luis Gago
Luis Gago (Madrid, 1961) es crítico de música clásica de EL PAÍS. Con formación jurídica y musical, se decantó profesionalmente por la segunda. Además de tocarla, escribe, traduce y habla sobre música, intentando entenderla y ayudar a entenderla. Sus cuatro bes son Bach, Beethoven, Brahms y Britten, pero le gusta recorrer y agotar todo el alfabeto.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_