Lleida pide que la A-2 sea gratuita mientras duren las obras de la N-II

El pleno del Ayuntamiento de Lleida, gobernado en coalición por el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) e Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V), aprobó ayer una moción en la que se insta al Ministerio de Fomento a declarar gratuito el peaje el tramo de la autopista A-2 entre Lleida y El Vendrell para todo tipo de vehículos mientras duren las obras de construcción del tramo de autovía en la N-II entre Cervera e Igualada, unos trabajos que podrían prolongarse unos cinco años.

La propuesta, presentada por el equipo de Gobierno, justifica la petición de gratuidad de dicho tramo de autopista por los graves problemas de tráfico que se originarán en el momento en que se inicien las obras de desdoblamiento de la actual carretera N-II, convertida en autovía, que discurre por el puerto de La Panadella, así como por el elevado riesgo de accidentes que existirá como consecuencia de los desvíos y las retenciones que se producirán.El consistorio leridano, que aduce las mismas razones que recientemente llevaron a Fomento a decretar la gratuidad en el tramo Salou-Torredembarra de la autopista del Mediterráneo, hace un llamamiento a las demás administraciones afectadas (Generalitat, Diputación de Lleida, consejos comarcales y ayuntamientos) para que apoyen la petición y colaboren para encontrar una solución justa al problema planteado.

Todos los grupos municipales, excepto el del PP, que se abstuvo, defendieron enérgicamente la moción. El alcalde de Lleida, el socialista Antoni Siurana, se mostró convencido de que en este caso, al igual que sucedió en Tarragona, la presión social obligará a Fomento a suprimir el peaje entre Lleida y El Vendrell. "Será tan grande el escándalo que se organizará cuando estén las obras en marcha que el Gobierno pedirá a la concesionaria ACESA que tome la iniciativa", añadió Siurana.

El portavoz de Esquerra Republicana, Xavier Sáez, recordó el agravio comparativo que padece Cataluña, que soporta el 72% de los peajes estatales y, por el contrario, sólo tiene el 4 % de las autovías. "Lo que se debería hacer es solicitar la reversión pública de las autopistas catalanas, ya que el 50% de lo que pagan los usuarios son ganancias para la concesionaria", indicó Sáez.

Para justificar la abstención de su grupo, la concejal del PP Pilar Arnalot alegó que la medida supondrá un elevado coste económico para las arcas del Estado y, en cambio, se atrevió a pedir la gratuidad de las autopistas que dependen de la Generalitat. La réplica más dura hacia la postura del grupo popular partió de Francesc Pané, teniente de alcalde de IC-V y socio del Gobierno local, quien afirmó que "la seguridad y la vida de las personas no tiene precio".

Hace unos meses, el Ministerio de Fomento, la concesionaria de autopistas ACESA y la Cámara de Comercio de Lleida firmaron un acuerdo por el que se conceden bonificaciones y rebajas paralos camiones y autocares que utilizan la autopista A-2 entre los peajes de Alfajarín (Zaragoza) y El Vendrell durante las obras de desdoblamiento de la carretera N-II. Estos descuentos también tenían como finalidad descongestionar el tráfico de la N-II mientras no estuviera finalizada la autovía. La construcción de esta vía rápida entre Cervera e Igualada estuvo paralizada judicialmente durante cuatro años a causa de un recurso presentado por cuatro ayuntamientos de la zona contra las obras. Una sentencia reciente de la Audiencia Nacional desbloqueó el conflicto y dio luz verde al Ministerio de Fomento para ejecutar el proyecto. En la más optimista de las previsiones, el desdoblamiento no estará completado hasta dentro de cinco años.