Joseba Arregi recoge en un ensayo sus reflexiones sobre los problemas vascos

Joseba Arregi ha recopilado las últimas reflexiones sobre su país en un libro que ya anuncia desde el título, Euskadi como pasión, el contenido y la actitud del autor. El político y pensador peneuvista defendió en la presentación de este trabajo ensayístico la necesidad que existe en el País Vasco de practicar el diálogo desde la pluralidad interna, la globalidad del mundo actual y la transformación del Estado nacional para poder mirar los problemas sin "cocernos en nuestra propia salsa".

Él libro de Joseba Arregi, que edita Hiria, constituye, según su autor, el testimonio de un hombre implicado en los problemas de la sociedad en la que vive. Se trata de una recopilación de trabajos de procedencia diversa: algunas conferencias pronunciadas en universidades españolas, junto a una selección de artículos publicados en varias revistas y en su habitual colaboración en los diarios del Grupo Correo. El ex consejero de Cultura defendió ayer en la presentación del libro, celebrada en el Koldo Mitxelena de San Sebastián, la importancia de la reflexión y la necesidad de expresarla para contribuir a un diálogo público que empiece por "clarificar el significado de las palabras que utilizamos". A su juicio, esta clarificación previa es necesaria para evitar la "cacofonía" y el desbarajuste que hace que el debate político se convierta con frecuencia en un diálogo de sordos.

Joseba Arregi confesó que él procura hacerlo cotidianemente, como nacionalista y miembro del PNV, pero con la libertad que representa el poner en cuestión lo que uno piensa. "Lo que hoy llamamos construcción nacional requiere precisamente de gente libre que sepa desnudarse intelectualmente para participar en un diálogo que ayude a ir construyendo la sociedad vasca", dijo.

Kepa Aulestia destacó de la obra la vocación de Arregi de verificar, desde el contraste de la práctica política de los últimos 20 años, las posibilidades de hacer una revisión democrática del nacionalismo. Según Aulestia, el nacionalismo se ha acomodado a la tradición oral y por eso son escasos los pensadores que, como Arregi, aportan una reflexión serena y llena de matices , que va mucho más allá que las obviedadades de muchos intelectuales. "Su lectura te implica y te obliga a pensar", señaló.