El Gobierno acusa al PNV de "volver a ceder al chantaje de ETA"

El Gobierno acusó ayer al PNV de "volver a ceder al chantaje de ETA" tras conocer la propuesta de los peneuvistas a Euskal Herritarrok de negociar un nuevo marco político para Euskadi, distinto al Estatuto de Gernika. El Ejecutivo estima que lo que ayer hizo el PNV es "expresar públicamente los pactos secretos que suscribió con ETA" en el verano de 1998, poco antes de la declaración de tregua indefinida. A su vez, en el Ejecutivo hay "escepticismo" sobre la posibilidad de que las cesiones del PNV frenen a ETA.

El Gobierno se reafirmó ayer en el principio que ha defendido durante los 14 meses que ha durado la tregua indefinida de ETA: la paz en Euskadi no debe tener contrapartidas políticas. A su juicio, vulnerar este principio es subordinar el mandato democrático de las urnas al chantaje de una banda armada.Pero el Gobierno estima, además, que las cesiones políticas a ETA no son eficaces. Fuentes del Ejecutivo expresaron su convencimiento de que ETA no cederá porque se le hagan concesiones políticas. Más bien al contrario, "cuanto más se ceda, más argumentos se les da a los terroristas para que sigan utilizando el chantaje de las armas". Es más. El Gobierno cree que "el proceso que se abre ahora no será lineal y estará lleno de trampas".

Para el Ejecutivo, el Pacto de Estella "se ha convertido en un problema para algunos de sus firmantes", especialmente el PNV, que ahora "es prisionero de su propia estrategia". "Cuanto más le aprieta ETA, más obligado se ve a ceder".

En La Moncloa no ha cogido de sorpresa la propuesta del PNV. El presidente del Gobierno, José María Aznar, cedió al lehendakari, Juan José Ibarretxe, la responsabilidad de gestionar la situación creada tras la ruptura de la tregua en el encuentro que mantuvieron la tarde del miércoles en La Moncloa. Pero también le advirtió sobre su "absoluto escepticismo" de que la vía de las cesiones políticas a EH y ETA sirvan para frenar a la banda, según manifestaron ayer fuentes gubernamentales.

Asimismo, Ibarretxe volvió a plantear a Aznar la constitución de un nuevo foro de partidos, superador de las mesas de Ajuria Enea y de Estella, en el que se incluya también a EH, como fórmula para salir de la "parálisis". El jefe del Gobierno reiteró a Ibarretxe su rechazo a esta fórmula, añadieron las citadas fuentes.

El ministro del Interior, Jaime Mayor, descalificó ayer la declaración de Xabier Arzalluz por considerar que suponen aceptar el "órdago" de la organización terrorista, informa desde Bruselas Walter Oppenheimer: "Se ha hecho público e institucional lo que en otros ambientes y con otros instrumentos era conocido por ETA", dijo el ministro.

Respecto a la ruptura de la tregua de ETA, el responsable de Interior español informó que en su ministerio se sigue trabajando en el escenario más desfavorable de todos los posibles. "Es nuestra obligación y así lo marca la experiencia de ETA en los ultimos años", afirmó.

En ese sentido, pidió a la sociedad española y al conjunto de los vascos que en estos momentos mantengan la cabeza fría y que entiendan que lo que sucede ahora es la culminación de todo un proceso, en el que se ha hablado de paz, aunque en realidad de lo que se trataba era realmente de de un proceso de construcción nacional.

"Es importante que no nos contagiemos del caos, del nerviosismo y de la confusión en el que algunos pretenden introducirnos a todos", recalcó Mayor.

"Ofensiva escondida"

El ministro del Interior consideró que no hay que tener la sensación de que "se ha perdido una oportunidad histórica para la paz, sino que en todo caso se ha neutralizado una ofensiva escondida, pero real, que es la más importante que ha protagonizado el nacionalismo vasco desde que nació".

Estimó asimismo que hubiera sido peor un escenario en el que el mundo del nacionalismo hubiese arrollado en las elecciones autonómicas y locales en el País Vasco, porque "estaríamos probablemente ante una ETA envalentonada".

Si se produce un nuevo atentado de ETA, señaló que tendría el sentimiento de asistir a una tragedia de una familia o de la pérdida de una persona, pero "con la conciencia enormemente tranquila, porque ETA no ha dado una oportunidad para la paz".