Un pastel de dos billones
La tormenta política entre la Comisión Europea y los Quince en las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Seattle refleja la sensibilidad de los ciudadanos europeos por la seguridad de los alimentos. Pero también refleja la distinta visión sobre los transgénicos entre Europa y EEUU. Para Washington, los alimentos genéticamente modificados son sólo un elemento más del comercio mundial. Para los Gobiernos europeos, los transgénicos son mucho más que eso: constituyen un tema que debatir desde el punto de vista medioambiental, científico y de salud. Así lo exige gran parte de la opinión pública europea, y de ahí el enfado de los Quince por la decisión de la Comisión. Para rematar, hay mucho dinero en juego, y EEUU va por delante de Europa (ver gráfico).
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