Grau acepta ante la juez que pagó 50 millones sin pedir presupuesto

El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Valencia, Alfonso Grau, aceptó ayer en el Juzgado de Instrucción número 13 de Valencia que abonó 50 millones de pesetas a Battres SA -una empresa que ni siquiera estaba inscrita en el registro mercantil en el momento del contrato- sin pedir ningún tipo de presupuesto. La titular del juzgado, Josefina Tarodo, ha imputado a Grau, en consonancia con la petición del PSPV, un delito de fraude y otro de exacción ilegal. Según la magistrada, la acusación particular y la fiscal adscrita al caso, el concejal de Hacienda pudo haber contratado a Battres sin que conste cómo contactaron ambas partes o pagado la realización de dos conciertos en fallas sin factura detallada que justificara los gastos.

Grau ofreció explicación para ambas cuestiones. La empresa agraciada con la organización de los conciertos, dijo, ofreció sus servicios de manera espontánea, como hacen otras muchas empresas del ramo. El teniente de alcalde reconoce que Jesús Wolstein, marido de otra edil popular en Valencia, Marta Torrado, intervino en las negociaciones.

El primer teniente de alcalde añadió que el consistorio desembolsó los 50 millones de pesetas pactados después de que los servicios técnicos dieran su visto bueno. Es decir, después de que los funcionarios certificaran el cumplimiento del acuerdo rubricado. Ahora bien, Grau explicó de otra manera la ausencia de factura detallada que justificara los gatos.

Según manifestó ayer, no se pidieron los gastos por partidas porque el contrato obligaba a Battres, con carácter general, a encargarse de todas las partes del espéctaculo: desde la gestión del alquiler de Mestalla -lugar de celebración de los conciertos-, hasta la instalación del equipo de sonido pasando por la selección de los artistas de entre un elenco presentado con anterioridad. La juez tomará declaración hoy a los responsables de Battres.