Las nuevas protestas de trabajadores de Astilleros en Cádiz causan varios heridos y otro corte del puente
Unas 10 personas sufrieron ayer heridas durante el enfrentamiento entre la policía y trabajadores de Astilleros Españoles (AESA) en Cádiz y Puerto Real, que volvieron a protestar por la crisis del sector. Con la movilización, que tuvo réplicas en otros puntos de España, demandan al Gobierno que plasme en documentos los compromisos adquiridos para hacer viable el sector naval frente a la competencia que practican los astilleros coreanos. El puente Carranza volvió a permanecer cortado, esta vez, durante siete horas.
Las movilizaciones del sector naval en la Bahía de Cádiz desembocaron ayer en la primera intervención de la policía, tres semanas después del comienzo de las movilizaciones. Los enfrentamientos se registraron en dos frentes: en la carretera industrial de Cádiz del centro de la ciudad, donde los trabajadores colocaron barricadas ardiendo; y en el puente Carranza, donde cortaron la circulación entre las 11.00 y las 18.30. Renfe decidió que el servicio ferroviario terminara en San Fernando, a 12 kilómetros de Cádiz, hasta las 13.00 horas, cuando se retiraron los empleados de Cádiz, que ocupaban una carretera contigua a la vía.Los enfrentamientos más intensos se registraron por la mañana y en el puente, una de las dos únicas vías de comunicación de que dispone Cádiz. Unos 40 agentes de la Policía Nacional emplearon material antidisturbios desde la torreta de control del puente, que había sido asaltada y quemada dos días antes. Los trabajadores respondieron arrojando tornillos y tuercas con tiradores de goma y hondas. La mayoría de los heridos ayer eran trabajadores de Astilleros. Además, se vieron afectados un empleado de la empresa Aumar, que gestiona el mecanismo del puente, dos periodistas y un policía, que fue intervenido en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla de una fractura en los maleolos, que se produjo fortuitamente. La Subdelegación del Gobierno en Cádiz cifró en siete el número de heridos, ninguno de gravedad. El comité elevó la cifra a 10, sin contar los contusionados.
El comité de Cádiz, que limitó la protesta a las dos horas previstas, criticó ayer la intervención de la policía, que consideró "desproporcionada". "En Cádiz creemos que está injustificada la actuación: sólo íbamos a concentrarnos, pero empezó a cargar la policía y encrespó los ánimos. No estamos dispuestos a caer en sus provocaciones", dijo Jesús Gargallo, presidente del comité. El trabajador mostró su enfado con "las declaraciones de algunas instituciones y algunos partidos" que, a su juicio, "han calentado el ambiente". Gargallo se refería implícitamente al bando publicado el día anterior por el Ayuntamiento de Cádiz, que aludía al posible corte del puente, de la vía del tren y de la carretera N-IV, así como recomendaba a los ciudadanos no circular por la Bahía. "Han creado un clima de preguerra injustificado", añadió.
El subdelegado del Gobierno, Miguel Osuna, justificó la actuación de la policía. "Cargó después de que los manifestantes les arrojaran toda clase de tornillos", argumentó.
Denuncia
La jornada de protesta en Sevilla consistió en un paro de una hora. El comité de empresa aprovechó para mostrar algunos botes de humo, postas de sal y pelotas de goma que fueron utilizados por agentes de la policía en el transcurso de la refriega del martes, que acabó con más de 30 heridos. Los sindicatos anunciaron que presentarán una denuncia en los juzgados contra los agentes policiales al considerar que su intervención fue "lamentable y brutal", según indicó el presidente del comité, Ignacio Sánchez.
Sánchez acusó a la policía de "intentar matar a los trabajadores por pedir un puesto de trabajo" y al Gobierno central de convertir los astilleros en "un caso de orden público en vez de en una preocupación", informa Esther Rodríguez.
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