Láser para corazones desahuciados
Hay enfermos coronarios a los que bajar unos cuantos escalones les deja exhaustos y con un fuerte dolor torácico. Llevan una vida penosa porque tras reiterados infartos y operaciones, han sido desahuciados por la cirugía convencional. Desde hace más de dos años, el hospital Clínico de Málaga aplica una técnica quirúrgica para aliviar su dolencia y mejorar su calidad de vida: la revascularización transmiocárdica (RTM) con láser de anhídrido carbónico. Pero la técnica es tan novedosa como controvertida.
Aceptada hace un año en Estados Unidos, la RTM se utiliza ya en tres centros sanitarios españoles, sin que hasta el momento el Consejo Interterritorial de Salud se haya pronunciado sobre la conveniencia de su uso. Este organismo ha encargado un informe a la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Andalucía a fin de tomar una decisión.Eduardo Olalla, jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular del Clínico de Málaga, apoya la técnica, aunque se muestra cauto para no crear falsas expectativas: "No es una panacea, pero hemos comprobado que al año de la intervención tres de cada cuatro pacientes mejoran su calidad de vida".
El hospital ya ha operado a una veintena de enfermos. Para llevarlos al quirófano es necesario que a los pacientes no se les pueda colocar un by-pass ni realizar una angioplastia, que no respondan al tratamiento farmacológico, que experimenten dolor torácico en reposo o ante un mínimo esfuerzo, que estén estables, que no tengan enfermedades asociadas y que den su consentimiento. La técnica consiste en abrir, mediante rayos láser, canales en el tejido muscular del corazón que aporten riego sanguíneo a las zonas con irrigación deficitaria. La operación dura menos de dos horas y sólo puede aplicarse a un 3% de los pacientes coronarios.
"Es un tratamiento para pacientes en muy mal estado y muy seleccionados, que no se hace para prolongar la supervivencia del enfermo, sino para mejorar su calidad de vida", aclara Olalla. La técnica, importada de EE UU y recientemente incorporada al registro de tecnología sanitaria de la Unión Europea, se aplica en los hospitales públicos Clínico de Málaga y La Fe de Valencia, y en la clínica privada Quirón de Barcelona.
En 1998, fue admitida por la Food and Drug Administration (FDA), el organismo estadounidense que aprueba los nuevos tratamientos. En España, esa responsabilidad ha recaído en la agencia de evaluación andaluza, que en breve elevará su informe al Consejo Interterritorial de Salud.
Técnicos del organismo, dependiente de la Consejería de Salud, eludieron avanzar conclusiones, pero confesaron en voz alta sus dudas: "Con estas operaciones, ¿no se está sometiendo a los pacientes a un riesgo innecesario que se evitaría con un tratamiento farmacológico más fuerte?".
La revista The Lancet ha publicado dos informes sobre la revascularización con láser, uno a favor y otro en contra. Los técnicos de la agencia andaluza creen que el estudio negativo es "el más sólido", aunque admiten que todos los ensayos dicen que la RTM alivia el dolor. Olalla reconoce que la técnica no es milagrosa, pero puede "aportar soluciones para enfermos a los que les resulta complicado algo tan simple como levantarse a beber".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.