"Si pienso en el miedo, no trabajo"
El asesinato de una mujer junto al Planetario extiende el temor a agresiones entre las prostitutas
Una mujer que trabaja de noche en las inmediaciones del parque de Enrique Tierno Galván mostraba ayer dos cicatrices en el cuello. "Son las marcas de dos atracos que sufrí cuando me prostituía aquí, en este parque [el de Enrique Tierno Galván]", afirmó. La mujer contó ayer, sólo un día después de que una mujer fuera degollada en el mismo lugar, cómo en dos ocasiones fue asaltada, atracada y violada por hombres que se hicieron pasar por clientes.La mujer esperaba ayer a algún cliente junto al aparcamiento del parque. Pero junto a su pareja. Una de las pocas veces que trabajaba acompañada. "Hoy le he pedido que venga porque tengo miedo. Desde que ayer mataron a una compañera en el parque todas tenemos miedo", aseguró.
Algunas de las prostitutas de la avenida del Planetario, una vía rápida pegada al parque de Tierno Galván (Arganzuela) denunciaron ayer que están completamente desprotegidas cuando trabajan y a merced de cualquier criminal.
El homicidio de una mujer de entre 20 y 30 años, el domingo hacia las siete de la tarde, en un recóndito paraje del parque, ha llenado de temor a sus compañeras. La mujer aún no ha sido identificada por la policía. Dos vecinas de la zona que paseaban a sus perros por el parque se encontraron con la mujer cuando aún estaba viva. Yacía tumbada sobre el costado izquierdo, en posición fetal. Tenía una profunda cuchillada en el lado izquierdo del cuello que le cortó la arteria carótida. La mujer falleció desangrada tras una lenta agonía. Cuando el Samur trató de reanimarla "no le quedaba sangre en el cuerpo", según explicó un portavoz del servicio de emergencias.
La policía aún no la ha identificado, según informaron ayer fuentes cercanas a la investigación. Una prostituta aseguró ayer que estuvo con la mujer acuchillada momentos antes del crimen. "Pasamos la tarde en el gueto, fumando chinos [heroína]. Luego me fui a dormir a casa. La invité, pero no quiso. Si se hubiera venido, se hubiera salvado", explicó la meretriz. "La chica se llamaba Raquel y era nueva en la zona. Llevaría una semana", explicó. "Vino aquí desde la Casa de Campo", agregó."Para mí que la ha matado su chulo de la Casa de Campo. Quizá sea un ajuste de cuentas", añadió. Otra mujer ofreció una versión distinta: "Por el parque corre el rumor de que la mató un cliente, uno que vino a por ella en una moto Vespa", explicó.
El homicidio ha sembrado el parque de cautelas y temor. Las mujeres denunciaron ayer repetidamente la inseguridad "permanente" a la que están sometidas en su trabajo. "Ya no me ocupo en esa zona del parque. Me da miedo. Ahí te hacen lo que quieran sin que nadie se entere. Es peligroso. Ahora sólo voy a ocuparme en el aparcamiento", declaró otra prostituta. "Tenemos miedo, pero no podemos pensar en ello. Si pensamos en el miedo, no venimos a trabajar", añadió otra mujer. "Lo que hace falta es que nos den seguridad cuando trabajamos. Aquí sólo viene la policía cuando ocurre algo, como hoy, porque el resto de los días aquí no aparece ni un madero", criticó.
En febrero de 1996, un empleado municipal encontró el cadáver de otra meretriz, Inés Montes Sáenz, estrangulada en el parque. Era la cuarta prostituta asesinada en Madrid desde el verano de 1995.
Una mujer sin identificar
La mujer degollada el domingo en el parque de Enrique Tierno Galván no llevaba documento de identidad cuando fue asesinada. Los trabajos de la Brigada de Policía Judicial para intentar identificarla resultaron ayer infructuosos.Por el físico de la asesinada (pelo largo y moreno, cara de rasgos marcados y tez ligeramente morena), la policía sospecha que la víctima no es de nacionalidad española. Su origen puede estar, según los investigadores, en el norte de África. La sospecha se afianza por los primeros resultados de las pesquisas: las huellas dactilares de la fallecida fueron contrastadas ayer con las de las prostitutas fichadas por la policía en España, pero no encontraron su equivalente en el fichero del ordenador.
Para aclarar el enigma de la identidad de la fallecida, la policía va a enviar una copia de las huellas dactilares de todos los dedos de la mujer a la Interpol para que busque en sus archivos unas huellas idénticas. Fuentes cercanas a la investigación aseguraron ayer que la asesinada no fue violada antes del crimen. Esto ha levantado la sospecha de que la víctima no sea una prostituta. Este dato complica la investigación policial y abre todo tipo de especulaciones sobre el motivo del crimen.
La policía lanzó ayer un llamamiento para que todas aquellas personas que echen de menos a una mujer morena de complexión media denuncien su desaparición en comisaría.
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