Un "Ejecutivo de diseño" entre católicos, protestantes, moderados y radicales
Irlanda del Norte estrena un Ejecutivo en el que nadie queda fuera. Y lo hace porque, si puede ser difícil convivir en el Gobierno, más lo sería no estar en él. La integración fue la fórmula que eligieron los feroces enemigos del Ulster en el Acuerdo de Stormont, en 1998, para afrontar la convivencia en paz.Las carteras, por tanto, se repartirán proporcionalmente a los resultados de las elecciones de 1998. Aunque la población protestante era inicialmente muy superior a la católica, ésta tiene más descendencia, y las diferencias han ido disminuyendo hasta ser sólo levemente superior. Por ello, cinco carteras corresponden al bando unionista y cinco al nacionalista. Un espejo en el que, además, dentro de cada bando, tres carteras son para los moderados y dos para los radicales.
Entre los probritánicos, el Partido Unionista del Ulster (UUP), el más votado, tendrá tres carteras, además del puesto de ministro principal para su líder, David Trimble. El UUP tiene 28 escaños en una Asamblea de 108. Las otras dos carteras son para el Partido Democrático Unionista de Ian Paisley (DUP, 20 escaños), contrario al acuerdo de paz.
El Partido Socialdemócrata Laborista (SDLP), de John Hume , que compartió el Nobel de la Paz con Trimble en 1998, es la principal fuerza de los católicos, con 24 escaños. Por ello tiene el puesto de viceministro principal y tres carteras. Sorprendentemente, aunque todos daban por hecho que ese puesto iba a recaer en Hume, él renunció el año pasado de antemano y el elegido es su número dos, Seamus Mallon. Finalmente, dos carteras son para el Sinn Fein, brazo político del IRA, que cuenta con 18 escaños en la Asamblea. El emblemático Martin McGuinness, el rostro amable del Sinn Fein, es el nuevo ministro de Educación.
Este mapa tiene otra lectura: en el crítico estado en el que aún está el proceso de paz, no se trata sólo de un 5+5, un reparto equitativo entre unionistas y nacionalistas. Sino de un 6+4. Es decir, los moderados, mayoritarios, frente a los peligros que tientan a la violencia desde el extremo. Y esa proporción es más interesante para el proceso de paz.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.