La Universidad española logra difundir el 11% de su investigación en revistas de prestigio
Medicina, física e ingeniería son las áreas de conocimiento con mayor productividad
Los investigadores de 43 universidades públicas españolas consiguieron entre 1991 y 1998 publicar 7.184 trabajos en las 447 revistas científicas de mayor impacto internacional, lo que supone un 11% de su producción. Las áreas de conocimiento que publicaron más artículos fueron medicina, física, ingeniería y química. Este dato muestra el ascenso, en cantidad y calidad, de la investigación española a partir de un nivel ínfimo. En 1963, España era la número 32 del mundo en investigación dentro y fuera de las universidades, con una cuota del 0,2%. Ahora es la novena del mundo, con un 2,5%.
Un grupo de profesores de la Facultad de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Granada ha estudiado el desarrollo de la producción científica española en los últimos 25 años. El avance lo han medido con la herramienta más fiable: el trabajo que los investigadores logran publicar en las revistas internacionales de más prestigio entre la comunidad científica. Para ello han usado las bases de datos Science Citation Index (SCI) y Social Science Citation Index (SSCI), que aglutinan las 6.432 revistas de más impacto.El resultado sobre el avance de la investigación científica que se hace en España dentro y fuera de las universidades es elocuente. En 1974, los investigadores españoles publicaron 1.738 artículos en esos 6.432 títulos de prestigio. En 1997, 21.650. Estos datos engloban el total de la producción científica española en revistas internacionales. El 77% de esta producción procede de las universidades. El resto se lo reparten el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (16%) y los hospitales y los departamentos de I+D de empresas privadas (7%).
Las 447 de más calidad
Las universidades españolas consiguen una buena nota si se observa su aparición en la élite de esas revistas. De las 6.432 publicaciones recogidas en el SCI y SSCI, los autores del trabajo han seleccionado las 447 de mayor repercusión internacional, pertenecientes a 206 áreas de conocimiento. Entre ellas se encuentran, por ejemplo, Science, Nature y Cell, que cuentan con científicos que actúan como árbitros (referees) y evalúan si el trabajo tiene la calidad suficiente para incluirlo en sus páginas.En el periodo 1991-1998, las 43 universidades estudiadas lograron publicar en estas 447 revistas el 11% de su producción científica. Destaca la Universidad de Barcelona, con 1.510 trabajos en revistas de gran impacto, lo que supone el 15% de su investigación. Le siguen, a distancia, la Autónoma de Madrid (756 artículos, el 10,6%) y la Complutense (735, el 9%).
Por su productividad resalta la Universidad de Lleida, que, aunque sólo incluyó 53 artículos en estas 447 revistas, supone el 23% de sus publicaciones científicas. Entre los centros menos productivos, en función de la aparición en estas revistas, figuran Santiago, Oviedo y La Laguna.
Dentro de la investigación española universitaria, la medicina clínica, con el 42%, es el área de conocimiento que más trabajos consiguió publicar en las 447 revistas de mayor prestigio. Le siguen la física (13%), las ingenierías (10%) y la química (9%). A distancia se sitúa la biología (8%), la agricultura y la veterinaria (8%), las ciencias de la Tierra (3%), la informática (2%), las matemáticas (2%) y otras ciencias multidisciplinares(2%).
Por debajo de estas ciencias experimentales, se encuentran las ciencias sociales -economía, sociología y psicología básicamente-, con el 1% de los artículos. Entre otras causas, uno de los autores del trabajo, Félix Moya, achaca la escasa presencia de estas disciplinas a que investigan aspectos domésticos que se publican en revistas locales y no trascienden a las internacionales.
Después de cifrar la evolución de la investigación en España, los profesores granadinos analizan las posibles causas de su expansión. Concluyen que la política de incentivos económicos, establecida por el PSOE en 1989, "ha sido muy eficiente para estimular la productividad científica y la publicación de las investigaciones en revistas internacionales".
Aumentos de sueldo
La Comisión Nacional de Evaluación de la Actividad Investigadora (CNEAI) fue constituida en 1989 con un doble objetivo: aumentar el sueldo de los mejores investigadores (unas 14.000 pesetas al mes) y acostumbrarlos a publicar en revistas internacionales, en lugar de locales, para mejorar la imagen de la ciencia española.
En opinión de los autores del estudio, "el estímulo económico ha terminado siendo un aspecto menor para los investigadores, por su escasa cuantía". La pugna real por conseguir estos tramos radica "en el reconocimiento que significan a la labor investigadora", ya que otorgan a los científicos que los obtienen un marchamo de excelencia ante sus colegas.
La CNEAI evalúa cada seis años el trabajo de los científicos que lo solicitan y concede o deniega los incentivos en función de su calidad. Sin embargo, la CNEAI ha caído en una paradoja. Fue creada para animar a los investigadores a publicar en revistas internacionales. Hoy, los científicos sospechan que sólo les concede el incentivo si logran que su labor aparezca reflejada entre las 2.000 mejores revistas del mundo.
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